La ignorancia causa siempre estragos en cualquier nivel en el cual se establece dentro de una sociedad. Por ello, la tarea primordial de un buen gobierno es propiciar las condiciones para que la población abandone paulatinamente la ignorancia y se instruya para así enfrentar con mejores herramientas, las vicisitudes de la vida moderna y de sus complejidades.
¿Pero qué destino espera a una sociedad que es gobernada por personas que ignoran lo elemental para ejercer sus funciones?
Si partimos de que, para ejercer una función de elección popular, quienes llegan a ganar una elección y, a obtener el cargo, pasan por dos pruebas fundamentales que debería proporcionarles el conocimiento de las normas constitucionales y legales para contender en una elección y así arribar al cargo.
Primero; quien ocupa un cargo y participó en una elección, mínimamente debe conocer las leyes electorales pues son las reglas del juego con que participa, así como el principio constitucional del cual se desprenden los derechos de quienes participan en una elección.
Segundo si se obtuvo el cargo, forzosamente se tuvo que rendir la protesta de ley, establecida en el artículo 128 constitucional, que dice: “Todo funcionario público, sin excepción alguna, antes de tomar posesión de su encargo, prestará la protesta de guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen.”
En consecuencia, quien ostenta un cargo de elección popular, se obligó en juramento a cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanen.
Por lo anterior se deduce que, para cumplir la constitución, es preciso conocer el contenido del texto constitucional y saber que está permitido o prohibido, y a quienes.
Por lo anterior es que nos sorprende la ignorancia, entre la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y los diputados despistados del partido en el poder, que señalan al INE de golpismo, porque en la próxima distritación nacional retirará distritos a la Ciudad de México, Veracruz y Guerrero que serán asignados a otras entidades que los diputados despistados, llaman “entidades conservadoras.”
Pero veamos qué es lo que realmente sucede: el artículo 53 constitucional mandata;
“La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales será la que resulte de dividir la población total del país entre los distritos señalados. La distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en ningún caso la representación de una entidad federativa pueda ser menor de dos diputados o diputadas de mayoría.”
Por otra parte, El Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) desde el 25 de enero del presente año anunció los resultados del censo efectuado en 2020, dando a conocer que: En México Somos 126 014, 024 Habitantes, y con las cifras oficiales de población por entidad, es que el INE hará la distritación.
Por lo anterior es que no se pueden aceptar los señalamientos de los despistados, pues a cualquier ciudadano le basta tomar las cifras de población por entidad del INEGI 2020 y con las reglas del artículo 53, puede hacer un ejercicio de distribución probable de distritos por entidad y se dará cuenta que los despistados mienten dolosamente, pues quisieran continuar con los números anteriores que al parecer les son más favorables a ellos, pero no al país, ni a la democracia mexicana.
Dudo mucho que, tanto la jefa de gobierno como los diputados, ignoren el contenido del artículo 53, así como de la existencia de un censo general de población y vivienda levantado en 2020 por el INEGI; sin embargo, las motivaciones que pueda tener la clase política para inconformarse parecen radicar en intereses egoístas y patrimoniales, pero claro parece ser ignorancia.
La dinámica de población es cambiante, pues constantemente las personas se mueven de residencia al interior del país, también tenemos área con mayor número de nacimientos, existen obras e industrias que al asentarse en determinados municipios propician un cambio en el peso poblacional que proporcionalmente solía tenerse, por eso es importante que, con periodicidad se realicen censos y conteos, como los que por ley realiza el INEGI, con altos estándares de calidad técnica y profesionalismo.
Si consideramos que cada diez años se efectúa un censo oficial por parte del INEGI, podemos entender que la proporción de población cambie mucho en ese tiempo, entre los distintos municipios del país y las entidades federativa, con lo cual el peso del electorado se modifica y es necesario ajustarlo para que en cada uno de ellos pueda votar un número proporcionalmente aproximado de electores y que ningún distrito provoque sub o sobrerrepresentación.
El instituto Nacional Electoral, al efectuar una actualización a la distritación, además de las reglas establecidas en el artículo 53, añade algunos factores de carácter técnico que están encaminadas a generar la imparcialidad y el piso parejo para las fuerzas políticas que en ellos pueden contender, por ejemplo se busca que los distritos contengan municipios completos, hasta donde sea posible, que tengan continuidad geográfica y configuren una forma regular compacta, para evitar el denominado Gerrymandering, que constituye una figura irregular que entresaca votantes que pueden favorecer a determinada candidatura o postura política.
La redistritación frecuente permite evitar fenómenos de concentración activa de electores de determinada preferencia, también se evita la dispersión de electorado y la sobre y subrrepresentacion en un distrito, con lo cual se logran condiciones de cancha pareja para todos los contendientes, al crear distritos neutrales, con criterios imparciales en su diseño y configuración.
Es importante aclarar que el hecho de que alguna entidad federativa pierda distritos y otra gane, no significa que el primero esté perdiendo población que se traslada al segundo, sino que el crecimiento poblacional del primero es más lento que el del segundo, aun así, existen municipios rurales que poco a poco cuentan con menor población, que migra hacia las grandes ciudades e incluso al extranjero.
Tratar de obtener ventaja con censos obsoletos, me recuerda la maquinación para enriquecerse del personaje Pável Chichicov, de la clásica obra del escritor y dramaturgo ruso-ucraniano Nicolai Gogol, “Almas muertas”, pues al personaje como a los hoy despistados diputados de la 4t, les une la avaricia y el afán lucrativo, al pretender que censos atrasados y obsoletos les beneficien, defraudando al erario y a la sociedad, con cifras incorrectas de población, quizá los despistados no estén despistados, simplemente son mentes de la época de Chichicov.
Desde luego que la jefa de gobierno y los diputados, con sus quejas no están recibiendo dinero como tal, pero debo recordar que pertenecen a la misma corriente política que descalificó con el mismo argumento, la distritación que el entonces IFE hizo previamente a la elección presidencial de 2006, y en la cual el entonces D.F. , perdió también distritos y casualmente, ese grupo político entonces en el PRD, insistió y hasta la fecha sigue insistiendo en que así se maquinó el mítico fraude electoral de 2006, que solo existe en su magín.
La ignorancia calculada al descalificar estos trabajos técnicos, cuando va acompañada de una gobernanza sectaria, constituye una señal de advertencia sobre las intenciones de ir construyendo los elementos de una narrativa de fraude, para el caso de que llegara a serles desfavorables el resultado en las urnas.
Resucitar los fantasmas de 2006, no contribuyen a generar estabilidad política y económica al país, pero tal parece que estamos ante un disco rayado, que seguimos escuchando a pesar de que sabemos que no sirve, y que la machacona insistencia de la descalificación previa como “modus operandi” del partido oficial, se ha vuelto en sistemática y permanente cantaleta, ya que son quienes piensan que solo es democrático y limpio aquello que les favorece, pero nunca aceptarán la derrota, cuando justamente los votos depositados en las urnas así lo determinen.
Crítica la situación de México, pues por un lado tenemos a un partido-secta en el gobierno, que quiere jugar con reglas que solo les favorezcan pues de lo contrario harán todo por destruir aquello que no les sea incondicional; enfrente de esa gobernanza sectaria, se encuentran, vergonzosa y ornamentalmente, los partidos opositores, que no han acertado a entrar en razón y cambiar, para mejorar sus tácticas y procedimientos para convertirse en una oposición digna y atractiva para el electorado.
En diez años la población creció en más de 13 millones de personas, por lo que cada distrito electoral, pasará de un promedio de 374 mil ciudadanos por distrito, a más de 420 mil.
El trabajo técnico de alto nivel que el INE desarrolla en estas tareas, con que lo entienda la ciudadanía, basta.
A la ciudadanía solo le resta organizarse y mantenerse informada y activa, generando un contexto de exigencia a las autoridades y respeto al Estado de derecho.
¡Hasta la próxima! Y muchas gracias por sus comentarios.
