Ayer se cumplió un año exacto desde que en Nayarit empezamos con el confinamiento social para contrarrestar los efectos de lo que entonces se llamaba una epidemia y se esperaba que pronto fuera cosa del pasado, pero no, todavía no acaba y los contagios siguen, todo esto aunado a que la autoridad suprema del país, el señor presidente desde el inicio mostró una displicencia tal que en los inicios de la pandemia, cuando le preguntaban que por qué no usaba cubrebocas, y porque seguí recibiendo besos en los cachetes mejor conocidos como mejillas, nuestro desparpajado mandatario contestaba que a él lo protegían unas estampitas, a las que llamaba “detente”, luego empezó a decir que el covid-19, sólo les daba a los que mentían, traicionaban o robaban, en su momento le dio el COVID-19, y entonces tuvo que salir adelante fingiendo sanidad, en fin, la epidemia ha sido tratada a lo mexicano, cual debe ser, no hay de otra, finalmente eso somos.
Bueno pero regresemos a Nayarit, para decirles que todo empezó con el puente del 21 de marzo, se adelantó como suele hacerse el día feriado, y cuando se tenía que retornar a clases, ya no hubo más, todo se suspendió, y lo que recordamos es que al inicio hubo tal obediencia de la ciudadanía y de los hombres de empresa, que se cerró todo, literalmente la capital de Nayarit, parecía una ciudad fantasma.
Los establecimientos y oficinas cerradas empezaron a laborar desde sus casas, y en el caso de algunos negocios, se empezó a implementar los pedidos a domicilio, pero de entrada, todo se cerró, de las escuelas ni qué hablar, hasta este momento siguen cerradas y las clases se imparten a distancia, así que empezamos una era desconocida, un ambiente que nunca en nuestra vida habíamos pasado.
Ayer se cumplió un año de este ambiente, los saldos desde luego que son desfavorables, en ninguna pandemia los saldos pueden ser positivos, o favorables, se contabilizan los daños y se calcula lo que pudo pasar y no pasó, gracias a algunas medidas restrictivas.
Y en el caso de Nayarit, hasta el día de ayer, se habían acumulado once mil ciento veinticinco casos de COVID-19, de los cuales seguían y siguen activos, mil 1156, y las muertes por este motivo suman en la entidad mil 650 personas, hasta ayer.
No puedo decir que son pocos o muchos, pues tendríamos que hacer las cuentas basados en la población que tenemos ya que no es lo mismo Nayarit que Jalisco por ejemplo, así que sólo les puedo decir que a un año del inicio de lo que hoy es una pandemia, México llegó ayer jueves a 196,606 muertes por causa del COVID-19, exactamente a un año de que las autoridades registraron el primer fallecimiento provocado por esta enfermedad, según el reporte técnico diario de la Secretaría de Salud federal.
Y por cierto, el primer caso de COVID-19 en México se detectó el 28 de febrero de 2020, que como ustedes suponen, se detectó ese día, pero no murió ese día.
El primer deceso por COVID-19 se registró el 18 de marzo de 2020. De acuerdo con el propio recuento oficial, más de 124,000 de las muertes contabilizadas desde entonces corresponden a personas mayores de 60 años, uno de los grupos más vulnerables al coronavirus SARS-CoV-2.
En febrero de este año, el gobierno federal comenzó la vacunación contra COVID-19 entre este sector de la población, los adultos mayores, que siguió en el orden de prioridad al personal de salud que está en la primera línea de batalla a la pandemia.
A nivel mundial, los casos de COVID-19 rebasaron este jueves la barrera de los 121 millones, con Estados Unidos como el país con la mayor cantidad de contagios: 29.6 millones, según la Universidad Johns Hopkins.
Medido en términos absolutos, EU es el primer lugar en este rubro, con 539,321 fallecimientos. Le sigue Brasil, con 287,499, y México se ubica en la tercera posición con 196,606…Dios nos ayude…hasta mañana
