Estimado lector, el día de hoy comienza un camino en el que te ofrezco nos acompañemos a través de opiniones, recomendaciones, sugerencias y de proporcionarte información de interés en temas relacionados sobre la ciudad, los ciudadanos, el espacio público, la participación ciudadana, la toma de decisiones públicas. Hoy en día, prevalece la incertidumbre de nuestro futuro, el futuro de la humanidad y de nuestros entornos, la Pandemia nos muestra la vulnerabilidad de nuestra especie. Dicen que de la experiencia hay que aprender, a través de estas notas te invito a que nos demos la oportunidad de reinventarnos, reinventar nuestros entornos para construir nuestro futuro, “no como una alternativa, respuesta a la necesidad tangible que tiene la vida de los seres humanos sobre la tierra, sino una la única respuesta para seguir viviendo”. Primera reflexión:
¿Quiénes somos? y ¿Qué representamos en el espacio?, ¿Somos habitantes? ó ¿Somos ciudadanos?. Desde nuestros orígenes una de las mayores problemáticas que ha prevalecido en la humanidad es la dialéctica que existe entre el espacio y el hombre o viceversa y nos ha costado mucho trabajo encontrar el equilibrio entre estos dos conceptos, que es más importante el Espacio o el Hombre, para algunos las necesidades de los seres humanos son más importantes que los entornos y para otros los entornos son más importantes que el propio ser humano.
Las respuestas a la primera reflexión es que, el ser humano cumple una función importante y trascendental en el espacio, clave para descifrar el rol que desempeñamos, si se trabaja en recuperar la apreciación de un espacio existente, materializado, tangible, susceptible de interpretación propia del sujeto que lo habita, si están presentes estos elementos y en ellos se cohabita con otros habitantes o usuarios del espacio, entonces éste se preservará, por lo que también se cuidará se ordenará, esta idea surge a partir del planteamiento Heideggeriano, alude a que el término de espacio queda conferido por los propios lugares que las personas utilizan para cohabitar el espacio. La acepción de espacio es pues, finita según lo que el hombre realice lleve a cabo entre todos los elementos que conforman el espacio, bien sean bienes naturales o construidos por el hombre, (este texto lo tomé de la Tesis titulada “Gestión social en el espacio colectivo como una alternativa para mejorar la ciudad”, que realicé para obtener el grado de maestra en Gestión Social del Hábitat en la Universidad ITESO).
Se hace, entonces imprescindible entender nuestra función sobre el espacio y a partir de ello corresponsabilizarnos de nuestros actos, nuestras acciones, nuestras actividades, llámese entorno, comunidad, pueblo, localidad, barrio, ciudad o metropolí donde las desarrollamos. Al asumir responsabilidades, podemos controlar el futuro de nuestros entornos, porque nos estamos haciendo participes del mismo, considero que es un paso que nos ha hecho falta consolidar como sociedad. Hoy tenemos la oportunidad de replantear en ¿dónde y cómo queremos vivir?, antes de la Pandemia, lo veíamos como una opción para cambiar y transformar nuestros entornos, como lo plantee al principio hoy, eso no es una opción, hoy es la única. Con estas reflexiones te invito a que transitemos juntos y me permitas mostrarte, abordar temáticas y contenidos que se requieren para poner en práctica lo antes escrito.
Te escribo a ti y sin personificar quién eres, ¿a qué te dedicas?, ¿qué actividad desarrollas?, ¿cuál es tu género?, ¿tu edad?, ¿tu origen?, ¿tu nacionalidad,? nos es un asunto que requiera esa distinción, la realidad es que en los temas de la ciudad TODOS SOMOS CIUDADANOS.
Me despido comentándote que lo que escribo te lo comparto con la intención de proveerte de información, de reflexiones para que juntos aprovechemos está como la ÚNICA OPORTUNIDAD PARA CONSTRUIR ENTRE TODOS MEJORES ENTORNOS QUE NOS PERMITAN VIVIR MEJOR.
