En México, desde 2006 la rabia transmitida por perros a personas disminuyó de forma continua como resultado de los programas de prevención y control, por lo que desde el 2015 a la fecha, los casos registrados se deben a la transmisión del virus por fauna silvestre en personas agredidas que no acudieron oportunamente a los servicios médicos para recibir profilaxis.
La rabia es una enfermedad transmitida a las personas por animales domésticos o salvajes como perro, gato, murciélago, zorrillo, zorros y bovinos, que son los principales portadores y se puede adquirir al tener contacto con saliva infectada a través de mordeduras y arañazos con los colmillos.
El control de la rabia es una de las prioridades en salud pública debido a que se trata de una enfermedad aguda y mortal. Por ello, el Día Mundial Contra la Rabia este 28 de septiembre tiene el propósito de crear conciencia entre la población sobre la necesidad de prevenirla.
Los síntomas son: fiebre, dolor y sensación de hormigueo en la herida, así como inflamación progresiva del cerebro y médula espinal, debido a que el virus se propaga en el sistema nervioso central.
La rabia se presenta con signos de hiperactividad, exaltación e hidrofobia (miedo al agua) y la muerte ocurre a los pocos días por paro cardiorrespiratorio. Algunos pacientes presentan la llamada rabia paralítica, en la que los músculos se paralizan gradualmente y entran en estado de coma hasta que finalmente el paciente fallece.
Las personas agredidas por un animal silvestre o doméstico deben lavar la herida con jabón abundante y agua durante 10 minutos; desinfectarla con agua oxigenada o alcohol y acudir a la unidad de salud más cercana para valoración y atención.
La prevención de la rabia se lleva a cabo de forma permanente con el programa de vacunación antirrábica en el país, el monitoreo continuo de casos y atención adecuada en unidades médicas.
La Secretaría de Salud hace un llamado a la población a aprovechar las campañas de vacunación antirrábica para inmunizar a sus perros y gatos.
