“Estados Unidos no tiene un amigo más cercano que Canadá”, dijo Joe Biden a Justin Trudeau.
La frase que dirigió el nuevo presidente de Estados Unidos de América a su homólogo canadiense en lo que fue su primera reunión bilateral desde el pasado 20 de enero en que asumió como mandatario del país vecino del norte, no puede asumirse de otra forma que no sea un mensaje para el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que hay que decirlo, lo ha tratado de manera insolente antes, durante y después de que ganó la presidencia de la Casa Blanca a su amigo Donald Trump.
De tal suerte que una vez más el nuevo mandatario estadunidense ha dado muestra de que aún no olvida las descortesías por parte de López Obrador, quien como se recuerda, no lo felicitó por su triunfo del 3 de noviembre, no le atendió una llamada, y no le reconoció su victoria sino hasta que el Colegio Electoral lo hizo oficial.
“Por eso, mi primera llamada como presidente (y) mi primera reunión bilateral”, enfatizó Biden al completar su comentario con su socio estratégico del norte.
AMLO no fue requerido para la reunión, quizá por ello resultó tan oportuna la visita el mismo martes del presidente argentino Alberto Fernández, quien se desvivió en halagos para López.
“El mandatario de Argentina, Alberto Fernández, reconoció el esfuerzo que realiza Andrés Manuel López Obrador para recuperar a México, y aseguró que el país tiene un presidente “como merecen los mexicanos”. Mediante esta reunión, espera unir los lazos entre ambas naciones y profundizar el vínculo para enfrentar al futuro unidos.
“(López Obrador) a quien respeto sinceramente por sus valores políticos y por el enorme esfuerzo que hace por recuperar un México que, al tiempo que le tocó asumir la presidencia, estaba en situaciones difíciles”, dijo.
El presidente argentino aseguró que México es capaz de hacer mucho por la humanidad y la vida de los refugiados y perseguidos, por lo que le resulta reconfortante estar en el país, pues declaró que “es otro México” bajo la actual administración.
“Hace tiempo atrás un presidente de una potencia europea me preguntó como veía la situación del continente, le dije ‘por fin tiene un presidente México como merecen los mexicanos’. Por primera vez un presidente con valores éticos que merecen los mexicanos, con esos valores, con esa prédica me siento identificado”, comentó. (Milenio23/02/21).
Al mismo tiempo que Andrés Manuel y Fernández se adulaban, Trudeau y Biden discutían temas prioritarios para todo el mundo como la pandemia, la economía y el cambio climático.
Sin mencionar a México en ningún momento de su conversación, los mandatarios abordaron un tema al que evidentemente López Obrador le ha dado la espalda; el cambio climático.
“Gracias por asumir un compromiso tan grande respecto al cambio climático. Se ha echado mucho de menos el liderazgo de Estados Unidos en los últimos años”, dijo Trudeau al comenzar la reunión.
Los dos líderes, que ya se conocían de cuando Biden fue vicepresidente entre 2009 y 2017, quisieron marcar su reencuentro con el anuncio de una nueva “hoja de ruta” para estrechar aún más la relación bilateral en los próximos años.
La pieza más destacada de esa hoja de ruta es el próximo lanzamiento de una reunión ministerial de alto nivel sobre el clima, diseñada para alinear los objetivos de ambos países contra la crisis climática y acelerar la implementación de sus objetivos bajo el Acuerdo de París.
“Canadá y Estados Unidos van a trabajar de la mano para dejar clara la seriedad de nuestros compromisos, en casa y fuera de nuestras fronteras”, aseguró Biden.
Además de coordinar sus respectivas medidas contra el calentamiento global, Biden y Trudeau confían en “espolear a otros países para que también eleven sus propias ambiciones” en ese terreno, explicó el presidente estadounidense.
Biden ordenó el regreso al Acuerdo de París en su primer día en el poder, el pasado 20 de enero, y además ha prometido que invertirá 1,7 billones de dólares en energías limpias y hará que Estados Unidos neutralice sus emisiones de gases con efecto invernadero para 2050. (EFE23/02/21).
Y es que en esa agenda nada hubiese tenido que aportar el presidente mexicano, siendo que al momento de la reunión bilateral, en la Cámara de Diputados se llevaba un feroz enfrentamiento entre diputados de Morena y sus aliados, contra legisladores de oposición, en torno a la iniciativa preferente del presidente López Obrador para la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica. Reforma que no obstante las advertencias de especialistas y los organismos internacionales sobre un aumento en las tarifas de energía eléctrica, fue aprobada durante la madrugada del miércoles, después de más de 15 horas de discusión, tras ser el dictamen avalado por 289 votos a favor, 152 en contra y 1 abstención.
La iniciativa presentada por Andrés Manuel López Obrador, establece garantizar “un sistema tarifario de precios que serán actualizados en razón de la inflación mediante la operación de centrales eléctricas reguladas por el Contrato Legado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Contrato de Entrega Física de Energía y Capacidad a la Red”.
La reforma del presidente busca dar prioridad a la energía producida por la CFE. También forzará a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a revocar los permisos de autoabastecimiento y las empresas privadas no podrían generar la energía que consumen.
El dictamen aprobado por la Cámara de Diputados elimina la “obligatoriedad de comprar por subastas para el Suministrador de Servicios Básicos”.
También modifica los Certificados de Energías Limpias (CEL) que pueden obtener las compañías.
Analistas consultados por Latinus estimaron que los consumidores finales de la CFE pagarán más por el consumo eléctrico en un plazo no mayor a cuatro años tras la aprobación de la reforma.
Para la consultora independiente, Rosanety Barrios, la Comisión gastará hasta un 20% más para producir la electricidad que llega a los hogares.
Ante ello, indicó que únicamente existen dos opciones: subir el costo de las tarifas o seguir subsidiando el consumo como actualmente ocurre. Sin embargo, comentó que continuar con la política de asistencia implicaría reorientar recursos de otros sectores a la Comisión Federal de Electricidad.
El especialista del sector energético, Ramses Pech, advirtió que el problema de incrementar los subsidios es que, en algún momento, las finanzas de la CFE no resistirán y la empresa se vería obligada a incrementar las tarifas.
“Si la CFE no tiene suficiente dinero, en cuatro años vamos a tener un problema porque el subsidio no va a ser suficiente, ligado a que cada vez hay más gente con menos poder adquisitivo”, alertó.
Biden pues, parece haber pintado su raya con México; ya dejó claro que para su gobierno, nuestro país no es su amigo más cercano, y habrá que ver cuantas más señales sigue enviando antes de tomar acciones que se puedan lamentar. Ojalá no sea así, porque quizá las decisiones que tome podrían ir en perjuicio del pueblo mexicano.
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