Con el propósito de obtener unas monedas para lograr su sobrevivencia, todas las mañanas la señora María del Refugio Sánchez Treviño de 59 años de edad, recorre las calles de la capital del Estado ofreciendo a los transeúntes paletas de caramelo.
Actualmente, la señora Sánchez Treviño vive en un hotel de la ciudad, no tiene hijos ni marido, relata que de joven trabajó en varios centros botaneros en su natal Santiago Ixcuintla, pero desde hace varios años se encuentra desempleada.
Relató, que en un momento de su vida decidió vivir al lado de un hombre, pero una vez que ella se enfermó su pareja decidió abandonarla a su suerte y se fue de la casa donde vivían:
“Ya ve nomás se pone una enferma y lo largan a uno, yo tengo un tumor cerca de mi corazón y no veo con el ojo izquierdo, el que era mi pareja ahí vive en Santiago Ixcuintla, yo me dedico a vender dulces en la calle y lo que me den por ello lo utilizó para mi alimentación, hace dos años me enfermé de neumonía porque me corrieron de donde vivía y me sacaron a la calle sin cobija, sin nada, de un día para otro, Dios no me dio hijos, a veces me pega depresión porque recuerdo a mi gente y aquí si pido ayuda no me la dan, por eso me dedico a vender paletas”.
Antes de concluir la entrevista, la señora María del Refugió expresó que cuando las mujeres son bellas son el trofeo de cualquier hombre: “pero cuando nos alcanza las edad y nos llegan las enfermedades nos abandonan, todos se van”.
