Algunos dicen que lo que hemos avanzado como sociedad nos lleva al avance, al progreso, a una
mejoría de la vida cotidiana, y esto compensa lo que hemos perdido como familias regidas por valores, por ciertas reglas no escritas, pero siempre bien enseñadas de parte de los mayores a los menores.
Esta polémica, para saber si en sensibilidad humana estamos mejor o peor en este momento,
no es el motivo del comentario, porque la humanidad vivirá siempre las etapas que le corresponden en el momento en que también le corresponden, y el mundo seguirá dando vueltas como hace millones de años, nada sobrenatural.
Sin embargo, hay cosas o principios que son eternos, o que cuando menos deberían de serlo, uno de estos principios es sin duda el respeto por los mayores, luego tendríamos otro principio que es el amor por los padres, desde luego que existen muchas reglas que son de obligada obediencia, o cuando menos deberían de serlo, mandatos como no robar, no mentir, no codiciar lo que sea del prójimo, honrar a Dios, entre otros mandamientos, se preconizaron en su tiempo, con la intención de lograr una sana convivencia entre la humanidad naciente, y en pleno desarrollo.
El problema es que gran parte de estos decretos o mandamientos, estaban o nacieron ligados a la religión, y mientras la humanidad estuvo sujeta a la fe, en las familias había digamos cierta tranquilidad por este tipo de prácticas.
Pero lamentablemente, poco a poco, la humanidad fue inventando nuevos dispositivos, fue creando cosas que antaño eran increíbles y de paso, la maldad fue aumentando, así que como bien dice la Biblia, por haber aumentado la maldad, el amor de muchos se fue enfriando, y esto se refiere a lo que antes queríamos y creíamos, como el amor por la familia, por los amigos, por las personas mayores, por los guías espirituales.
Fue entonces que dimos el salto, del respeto a los padres y a los mayores, pasamos al desprecio, a las demandas de padres contra hijos y de hijos contra padres, de tal manera que hemos leído en medios internacionales de hijos que demandan a sus padres porque no los dejaron tener infancia, y viven con una carga enorme en su vida adulta, esto ocurre especialmente en el medio artístico por cierto.
Lo que quiero decirles es que cosas como el amor a los padres, debe ser una virtud, un valor, que se debería tener en todo hijo, independientemente de la situación económica o social, pero bueno, una cosa es que considere que debería de tenerse este amor hacia los progenitores, tan sólo por ese detalle de que fueron los que nos engendraron, concepto esto de engendrar que hoy está muy diversificado, ya que se habla de padres biológicos y padres adoptivos, no se habla simplemente de los padres que se tienen.
Bueno, como esto de respetar, querer, amar, cuidar, convivir, etcétera, etcétera, con los padres, era cosa normal en los albores de la humanidad, no se tenían que hacer reglas, ni leyes, era imposible pensar que un hijo le faltara al respeto a su padre o madre, simplemente no estaba dentro de la cultura de la vieja educación y formación de la familia.
Pero la humanidad avanzó a pasos agigantados en muchos aspectos, especialmente el de los inventos que mejoraron la vida del hombre, pero casi casi a la misma velocidad con la que avanzaba en nuevos descubrimientos, que hacían la vida de la sociedad más placentera, en esa misma proporción se iba perdiendo el respeto en las familias, claro había y hay actualmente familias tradicionales, en donde la voz del padre que es el patriarca de la casa, es irrefutable.
Lamentablemente, muchas situaciones, las drogas, el alcohol, la ambición de las riquezas, el trabajo, y otros conceptos, han creado también familias pragmáticas, familias en donde se vive por intereses, por conveniencia y pues hemos llegado a extremos un tanto inesperados o sorprendentes.
Por ejemplo, la Cámara de Diputados aprobó antier miércoles una iniciativa con la que se impondrán sanciones desde un mes hasta cuatro años de prisión para las personas que abandonen a adultos mayores siendo su descendiente por consanguinidad o por afinidad.
Con 464 votos a favor y 2 en contra, se avaló el dictamen que reforma los artículos 335 a 337 del Código Penal Federal, para tipificar este delito.
Primeramente debo ampliar esto de los descendientes por consanguinidad y por afinidad, ya que la iniciativa aprobada por la Cámara de diputados, protege a descendientes de ambos casos, los descendientes consanguíneos, como se lee, son aquellos que tienen nuestra sangre, hijos, hijas, y padres de éstos, pero en el caso de los descendientes por afinidad, este es un tipo de parentesco (denominado parentesco político) que se produce por un vínculo legal a través del matrimonio, entre aquellas personas que sin tener lazo de consanguinidad entre sí, si lo tienen con alguno de los esposos , por ejemplo los suegros, los yernos, las nueras, y para que se entienda bien la iniciativa aprobada, si la nuera saca de la casa en donde vive al adulto mayor que viene siendo su suegro, padre de su marido, está ley aplicará en contra de ella, por haber mandado a la calle al suegro.
De acuerdo con el Organización Mundial de la Salud, uno de cada 10 adultos mayores son víctimas de maltrato, el cual es definido como “un acto que causa daño, sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México cuatro de cada 10 personas mayores de 60 años viven solas y de ellas el 54.1% son hombres y el 45.9% son mujeres.
Lo cierto es que este tipo de leyes, tiene qué ver con lo que se llama descomposición social, imposible que antaño se tuviera que obligar a los hijos mediante una ley que cuidará a su padre, esto era en automático, sin embargo todo esto, es la resultante de varios factores que influyen en la misma población a través del tiempo; es decir comparando actualmente con hace aproximadamente 30 o 40 años atrás, los niveles de contaminación, desempleo, poder adquisitivo, violencia, inflación, corrupción, degradación de los valores humanos, consumismo, drogadicción, etc. son mayores. Esto permite que ya no nos asombremos porque se dio tal o cual delito, ya que no nos asombramos si solo fue uno, pero no cuando son 10 asesinatos en un día, es decir ya lo vemos hasta normal que ocurra esa gran cantidad de delitos, no nos asombramos pasar a la par de un necesitado, herido, etc. Es por ello que este punto resulta de suma importancia no solo para una mejor calidad de vida de un viejo que pudiera ser desalojada de su propia casa, por un hijo sin escrúpulos, o sin amor por su padre, y es que ante la falta de un cambio de conciencia en las personas ya que estamos acabándonos poco a poco de manera progresiva, siendo esto una gran amenaza para nuestra extinción, hoy día se tienen que obligar medidas que son de carácter moral, sentimental, etcétera.
Los cambios sociales sucedidos en el último cuarto de siglo son tan esenciales que se puede hablar de una metamorfosis social y cultural, y el decaimiento del buen comportamiento y de la buena conducta ha sido ten extremoso, que miren ya donde vamos, en obligar a los hijos mediante leyes para que cuiden a sus padres…