El presidente Donald Trump criticó a Rusia por su vacuna Sputnik V y aseveró, "se salto ciertos ensayos". Al mismo tiempo, dijo que Estados Unidos no hará lo mismo. "Nosotros creemos que es importante atravesar todo el proceso", agregó el mandatario ante la prensa. Estados Unidos alcanzó los 168 mil decesos y tiene más de 5.2 millones de casos confirmados de Covid-19.
Sobre la vacuna rusa dijo en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, "no sabemos mucho sobre ella, esperamos que funcione, de verdad esperamos que funcione". Así, el mandatario se sumó al escepticismo de varios expertos sanitarios de su Gobierno a la presentación realizada por su homólogo ruso Vladímir Putin.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos arremetió contra la vacuna rusa y habló de protocolos científicos para dar seguridad y eficacia a una vacuna, refiriéndose a Sputnik V. Tener una vacuna y demostrar que sea segura y efectiva son dos cosas diferentes, resaltó el especialista. Según expresó en entrevista, autoridades de salud de Estados Unidos aprobarán una vacuna solo si logran el 50% de eficacia. Francis Collins, director de Institutos Nacionales de Salud, hizo una comparación con la ruleta rusa sobre la decisión de saltarse "partes fundamentales" del proceso de aprobación.
Trump señaló, Estados Unidos cuenta con tres vacunas candidatas en ensayos clínicos de fase tres. El mandatario se mostró confiado en contar con la aprobación antes de que termine 2020 y sostuvo, estarían producidas unas 100 millones de dosis de forma casi inmediata. Luego producirían 500 millones de vacunas. Para lograr esto, el Gobierno tiene un acuerdo con la distribuidora médica McKesson.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó la noticia rusa con cautela. Una semana antes del anuncio de Sputnik V, la institución había indicado, se tenían seis vacunas en proceso avanzado, pero no estaba considerada la vacuna rusa. El organismo con sede en Ginebra, tenía en mente tres vacunas candidatas de laboratorios chinos, dos estadounidenses y la vacuna desarrollada por AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford que se fabricará en Argentina y México.