El Sindicato Nacional de Médicos japoneses, que a mediados de mayo presentó una petición al gobierno para que se cancelen los Juegos Olímpicos de Tokio, dijo hoy que su llamamiento busca evitar cualquier riesgo de que surja una nueva cepa de covid.
"No podemos permitir la potencial aparición de otra mutación más peligrosa resultante de los Juegos Olímpicos", dijo este miércoles el presidente del sindicato, el doctor Naoto Ueyama, en una rueda de prensa celebrada en el Club de Corresponsales Extranjeros en Tokio.
Ueyama argumentó que si el virus mutara por la convergencia de cepas como la británica, la brasileña y la india durante el evento deportivo y sugiera una nueva "que afecte a la eficacia de las vacunas o haga que los niños enfermen gravemente, no supondrá un problema sólo para Japón, sino para todo el mundo".
Ueyama, facultativo especializado en medicina interna en un hospital de Saitama, al norte de Tokio, acusó al Comité Olímpico Internacional (COI) y al Gobierno nipón de "subestimar este peligro" y de "poner en riesgo las campañas de vacunación" a nivel global.
La vacuna no es la panacea
Según los cálculos más recientes de los organizadores de Tokio 2020, se prevé que unos 15.000 atletas y 78.000 miembros de la familia olímpica y otros participantes viajen a Japón. El COI ha señalado que esperan que más del 80 % lleguen vacunados.
"La vacuna no es una cura y hemos visto que otras variantes se están propagando en países que adoptaron medidas más estrictas, como Taiwán o Vietnam", señaló Ueyama.
El japonés recordó que las vacunas existentes no previenen los contagios, sino el desarrollo de síntomas graves, y que la mayoría de la gente involucrada en los JJ.OO. y los voluntarios japoneses no tendrán un trato preferente para la inmunización.
La campaña de vacunación en Japón, con en torno a un 6 % de su población inoculada al menos con una dosis y que actualmente está destinada a sanitarios y mayores de 65 años, es "embarazosamente lenta" y el grupo de edad al que se está inmunizando tiene poca conexión con los Juegos, expuso el médico.
"Si surge una nueva cepa resistente a las vacunas, dará igual el porcentaje de inmunizados" que haya alcanzado cada país, añadió.
Ueyama también dijo que la reciente propagación de la covid en países asiáticos a los que se alabó por su respuesta epidémica indica que "las normas anteriores no son suficientes para prevenir la propagación de nuevas cepas", lo que supone un riesgo añadido.
El sindicalista también se refirió a la propuesta del COI de que cada comité olímpico nacional lleve personal sanitario al país para contribuir a asegurar los medios sanitarios necesarios, una idea que le pareció poco práctica.
La legislación nipona prohíbe el ejercicio de actividades médicas a quienes no tengan una licencia en el país. Si alguien vinculado a los Juegos contrajera la covid, "los doctores que hayan venido no podrán estar a cargo del paciente ni entrar en el hospital", dijo, con la consiguiente carga para el sistema nacional, ya presionado.
Desde que empezara a propagarse la covid-19 "no se ha visto una concentración tan peligrosa", dijo el doctor, que cree que los Juegos serían "un experimento interesante desde el punto de vista científico, pero puede suponer el sacrificio de gente".
Japón podría ampliar el estado de emergencia
El Gobierno de Japón tiene previsto decidir este viernes la extensión del estado de emergencia sanitaria por coronavirus declarado en Tokio y otras ocho regiones, debido a la situación de los contagios y a menos de dos meses de los JJ.OO. previstos en la capital nipona.
La emergencia sanitaria, que conlleva la prohibición de servir alcohol en bares y restaurantes y la obligación de que cierren a las 20:00 horas, entre otras restricciones como la limitación del acceso de público a eventos deportivos, está en principio vigente en esas 9 prefecturas hasta el próximo día 31.
El Ejecutivo planea ahora extender esa medida excepcional hasta finales de junio, por petición de los Gobiernos de Tokio y de las otras regiones más afectadas por la cuarta ola de contagios y tras valorar la opinión del equipo de especialistas médicos que asesora al Gobierno.
"Se tomará la decisión analizando la situación general y con mucha cautela según la opinión de los expertos", explicó hoy el portavoz del Ejecutivo, Katsunobu Kato, en rueda de prensa.
El portavoz señaló que en todo el país se observa "una tendencia de reducción de contagios" desde mediados de este mes, aunque "hay zonas donde las infecciones están aumentando" y "ejerciendo presión sobre el sistema médico".
La emergencia sanitaria fue declarada por tercera vez por el Ejecutivo nipón desde el inicio de la pandemia en Tokio, Osaka, Kioto y Hyogo a partir del pasado 25 de abril e inicialmente hasta el 11 de mayo.
El Gobierno decidió después extender la emergencia hasta el 31 de mayo y ampliar la medida a más regiones, que en estos momentos incluyen además de las antes citadas a Hokkaido, Aichi, Okayama, Hiroshima y Fukuoka.
La medida también se ha aplicado en Okinawa hasta el 20 de junio.
Cercanía de los Juegos
Kato descartó que la prolongación de la emergencia sanitaria pueda tener impacto en los Juegos Olímpicos de Tokio, cuya inauguración está prevista el 23 de julio, lo que supondría un mes después de que acabase la extensión de las restricciones planeada por el Ejecutivo.
"Las medidas de prevención de contagios son una parte fundamental para poder organizar unos Juegos seguros", dijo en rueda de prensa el portavoz, quien también añadió que el Gobierno "continúa en contacto estrecho con todas las partes implicadas" en los JJ.OO. y "tratando de explicar" a la ciudadanía dichas medidas.
Los Juegos de Tokio afrontan un rechazo creciente de la población japonesa, según muestran las encuestas, y en las últimas semanas se han multiplicado los llamamientos contra su celebración de colectivos de personal sanitario o de influyentes figuras empresariales de Japón.
En Japón han recibido una dosis de la vacuna en torno al 6 % de la población, mientras que el país viene registrando en la última semana entre 4.000 y 5.000 contagios diarios de covid-19.