Se descartan los cierres absolutos, pues tenemos una sociedad cansada y golpeada económicamente, aunque eso no nos quita la necesidad de hacer medidas de mitigación, de reducir el riesgo, pero no se puede forzar de nueva cuenta a un confinamiento total y si lo hay no puede ser tan severo, tan estricto, como lo fue al inicio, cuando tuvimos la Jornada Nacional de Sana Distancia, señaló el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, durante la mañanera en el reporte “El Pulso de la Salud”.
La perspectiva del manejo epidémico ha ido cambiando a lo largo del proceso, no sólo en México, sino en el mundo; es por eso que se presentó ante el Consejo Nacional de Salud la iniciativa de modificación de ciertos aspectos de la metodología del semáforo de riesgo COVID-19, porque ya incluso en el color más alto de la escala (rojo) ya no implica cierres absolutos y hay actividades, en particular la educación, que no serán sujetas a cierre, ya que pueden traer consecuencias emocionales y psicosociales, mencionó el subsecretario.
Hemos aprendido unas lecciones que la misma epidemia nos ha dejado, logramos tener un protocolo de reconversión hospitalaria ya muy establecido, desde julio de 2020 publicamos el lineamiento y sigue en actualización cuando es necesario, compramos los distintos materiales, equipos, los ventiladores, se entrenaron a unidades de atención, etcétera y hoy la posibilidad de reactivar a esos hospitales, a esas unidades, es sustancialmente más eficiente, señaló el Dr.
Los nuevos lineamientos consideran las actividades económicas esenciales, entonces, “no debe extrañar que haya espacios públicos que permanezcan abiertos aun cuando haya crecimiento de la epidemia, siempre y cuando cumplan a cabalidad las distintas medidas de seguridad sanitaria”, finalizó.
