A unos cuantos días de haberse estrenado como flamante diputado local representando a Bahía de Banderas, el joven Héctor Santana se topó de frente con su dura realidad:
Sus propios compañeros de bancada en el Congreso de Nayarit no lo reconocen como uno de los suyos porque no pueden olvidar tan fácilmente su oscuro pasado en el PRI y sus lamentables nexos con personajes verdaderamente impresentables como Roberto Sandoval y Édgar Veytia.
Víctima de su protagonismo y su novatez, el diputado Santana se fue por la libre y se trepó a la tribuna para exigir un exhorto a las Secretarías de Salud e Infraestructura para que concluyan un quirófano en el hospital de San Pancho en Bahía de Banderas.
El resultado no pudo ser más demoledor: su propuesta fue rechazada por 15 votos en contra, 12 a favor y 3 abstenciones. Pero lo más terrible de todo fue que el único voto de MORENA que obtuvo a su favor fue su propio voto, ya que los otros 11 integrantes de la bancada mayoritaria votaron abiertamente en contra.
Debe ser muy doloroso que la totalidad de tu bancada vote en contra de una iniciativa que aparentemente busca el beneficio popular, pero tal vez de esta forma tan inesperada Héctor Santana entienda que no está destinado a ser el rockstar de esta legislatura.
Lo peor de todo es que otros aliados de MORENA sí votaron a favor del punto de acuerdo de Héctor Santana, porque tres diputados del PVEM y uno del PT apoyaron su iniciativa, lo cual deja muy claro que la decisión de ir en su contra fue un acuerdo de bancada tomado concienzudamente al interior de MORENA.
Y es que por donde se le vea no se le encuentra sentido a la intención de Héctor Santana de lanzarse en contra del gobernador Antonio Echevarría con el pretexto de una obra que obligadamente deberá estar terminada antes del próximo 17 de septiembre.
Máxime que en los próximos días todos los titulares de las dependencias estatales deberán comparecer ante el Congreso del Estado con motivo de la glosa del cuarto informe de gobierno, lo cual supone un lugar y un momento ideal para hacer este tipo de cuestionamiento.
Tras su estrepitoso fracaso en su debut en el Congreso Estatal el joven Santana todavía tuvo que pagar las consecuencias de su imprudencia cuando el gobernador Antonio Echevarría firmó acuse de recibo y le respondió con un lacónico mensaje: “el joven Héctor Santana es hijo putativo de Roberto Sandoval, es lógico que esté enojado”.
Dicho lo anterior el mandatario nayarita le garantizó a Santana que el mentado quirófano del hospital de San Pancho será terminado en tiempo y forma en esta administración ya que si las obras se han retrasado es debido a que el hospital fue reconvertido a hospital Covid complicando las tareas de los contratistas asignados.
Sin duda alguna un día funesto para Héctor Santana, quien empezó el día de la peor forma posible, cuando el ex super delegado Manuel Peraza le reventó en el Feis un bonito discurso del propio Santana en los tiempos en que formaba parte de la Familia Feliz y presumía a los cuatro vientos su amistad con el ex góber precioso.
No es que Héctor Santana estuviera interesado en que todos los nayaritas recordaran la forma en que le lamía las botas a Roberto Sandoval, el problema es que las redes sociales están atascadas de videos en los que los ahora salvadores de Nayarit se hinchaban la cartera en los gobiernos del PRI.
Solamente Héctor Santana sabe los acuerdos inconfesables a los que tuvo que someterse para conseguir ser diputado local por MORENA y abierto aspirante a la alcaldía de Bahía dentro de tres años, pero el día de ayer las redes sociales y los actores políticos del estado le recordaron de una forma muy dolorosa que existe memoria y existe dignidad.
Si realmente quiere convencer a la sociedad nayarita de que ya es otro distinto al que hacía política al amparo de Roberto Sandoval y Édgar Veytia deberá comenzar prácticamente de cero, demostrando mucha humildad. Para su desgracia la arrogancia la trae en su ADN y por eso el día de ayer se convirtió en trending topic en Nayarit, aunque de la manera más lamentable posible.
