Durante la tarde del viernes 27, la maestra Eréndira Mireya Castillón Langarica ya no habría contestado llamadas ni mensajes por celular, deduciéndose que, posiblemente, ya había fallecido en el interior de su casa del fraccionamiento Villas del Roble en Tepic.
Su cuerpo fue localizado la mañana de este sábado.
Al tratarse de un lugar cerrado, se procedería a efectuarse una minuciosa revisión, con policías, peritos y agentes del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado (FGE) para indagar un posible escalamiento por bardas y paredes de la casa, así como si hubo violencia en las chapas de puertas exteriores.
Entre las numerosas líneas de investigación que se siguen, no se descarta la posibilidad de que la maestra haya abierto la puerta principal y permitido el ingreso de quien posteriormente la agredió, o que abriera y la entrada se diera sin su consentimiento, o bien que el feminicida trajera llave.
Con lo anterior no se descartaría que el involucrado en estos hechos sea un conocido de la víctima. Una fuerte línea de investigación apunta en ese sentido.
Se cree que la maestra Eréndira Mireya intentó defenderse y que incluso, en el último momento habría buscado refugiarse en una habitación. Una pesa de mano para hacer ejercicio sería el objeto usado en el feminicidio.
La muerte de la maestra Castillón Langarica, que ha tenido alto impacto, se presenta unos días después del fallecimiento de Alejandra, una menor de 13 años que fue asfixiada en un cañaveral de Prolongación Cedro, en Xalisco. Su cuerpo fue encontrado la mañana del lunes 16.
La muerte de Alejandra motivó el despliegue de decenas de funcionarios de la Fiscalía de distintas áreas, hasta conseguir la aprehensión del presunto responsable, Giovani “N”, quien ya fue presentado ante un juez de Control.
Una de las pruebas es que Giovani se quedó con el celular de la víctima y lo ofreció en venta en al menos dos ocasiones.
También se contaría con un video obtenido desde la cámara de una casa en que, previo al deceso, se ve a Alejandra caminar al lado de un sujeto que sería Giovani.
La situación de la menor confirma la corta edad en que menores pueden caer en garras de la droga. Ya no vivía con su familia en Compostela, sino que una persona le facilitaba un cuarto en Xalisco.
Se presume que Alejandra habría aceptado mantener relaciones íntimas con Giovani a cambio de un pago para comprar drogas. La Fiscalía ha precisado que el cuerpo dio positivo a la ingesta de anfetamina y metanfetamina.
Supuestamente Giovani la asfixió creyendo que ella pretendía robarle.
También se obtuvieron testimonios que refieren que, rato antes, el sujeto ingirió bebidas alcohólicas en un bar, mostrándose agresivo y hasta pretendiendo llevarse a la fuerza a una trabajadora que lo atendía.
Cerca del sitio donde se encontró el cadáver hay un negocio de chatarra donde Giovani habría intentado vender el celular de Alejandra, mismo que ha sido asegurado como prueba del vínculo.
Apenas concluida la primera parte de la investigación en torno a Alejandra –continuará una investigación complementaria luego que sea dictado el auto de vinculación a proceso-, se ha presentado la muerte de Eréndira Mireya, en una época de recrudecimiento de violencia extrema hacia la mujer y en familia, a niños y niñas.
Decenas de elementos de la Fiscalía están abocados al esclarecimiento del reciente feminicidio. Se cree que habría elementos que cobran fuerza sobre algún conocido de la víctima.
