Queda de manifiesto que el regreso a clases presenciales en la capital del estado logró reactivar la economía de quienes se dedican al comercio informal o formal, pues desde la noche de ayer domingo las diversas tiendas de autoservicios y centros comerciales se vieron abarrotados de padres y madres de familia que acudieron a estos lugares para adquirir los alimentos que sus hijos llevarían de lonche a las escuelas.
Por la mañana, en las diversos colonias de la ciudad pudimos ser testigos de cómo madres de familia y sus hijos quienes lucían los tradicionales uniformes escolares abordaban carros de alquiler para lograr llegar a tiempo a las puertas de las escuelas de la ciudad.
En las entradas de los centros educativos se pudieron apreciar cartulinas fosforescentes en donde se anunciaba la venta de uniformes escolares “a precios bajos”.
En el interior de las escuelas todo era alegría, los alumnos reencontrándose con sus maestros y sus compañeros de clases a quienes desde hace más de un año no saludaban.
Los grandes ausentes…los encargados de las tiendas escolares, quienes por disposición de la Secretaría de Salud se mantendrán al margen en este regreso a clases presenciales.