Para cualquier habitante de Tepic, Nayarit, levantar la vista y ver la silueta imponente del Cerro de San Juan es parte de la rutina diaria. Sin embargo, subirlo es una experiencia que transforma esa vista lejana en una conexión directa con la naturaleza. Con una altitud que supera los 2,200 metros sobre el nivel del mar, esta reserva ecológica se ha consolidado como el destino favorito para practicar senderismo, trail running y paseos familiares de fin de semana, ofreciendo un escape de aire puro a solo minutos del centro de la ciudad.
Ya seas un deportista experimentado buscando mejorar tu resistencia o una familia que desea un domingo diferente, el San Juan ofrece opciones para todos. No es solo ejercicio; es una inmersión en el bosque de pino-encino que regula el clima de nuestra capital y que esconde miradores naturales con las mejores postales del valle de Matatipac.
El pulmón de Tepic: Más que una montaña
El Cerro de San Juan funge como la principal esponja de agua y regulador térmico de la zona metropolitana de Tepic y Xalisco. Su importancia ecológica es vital, albergando una biodiversidad que incluye desde pequeñas especies de aves endémicas hasta flora que cambia conforme asciendes. Al visitarlo, no solo estás haciendo deporte, estás entrando en un Área Natural Protegida que requiere respeto y cuidado absoluto por parte de los senderistas para mantenerse prístina.
Las rutas principales para subir el cerro
Aunque existen varias veredas, dos caminos dominan la preferencia de los visitantes.
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La Batea (Ruta Familiar): Es el sendero más popular y accesible. Inicia típicamente por la zona de la carretera a Miramar (antes de llegar a El Aguacate). Es un camino amplio, en gran parte empedrado o de terracería compacta, con una pendiente constante pero moderada. Su destino final es “La Batea”, una explanada en lo alto perfecta para un picnic o descanso. Es ideal para principiantes, mascotas (con correa) y familias.
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Ruta a La Cruz / Las Antenas (Ruta Intermedia-Avanzada): Si buscas un reto físico mayor y vistas panorámicas de la ciudad, esta es la opción. El ascenso suele ser más pronunciado y técnico, requiriendo mejor condición física. La recompensa al llegar a la cima, cerca de las antenas, es una vista inigualable de Tepic completo, el volcán Sangangüey y, en días despejados, hasta la costa.
Recomendaciones para tu ascenso
Para disfrutar al máximo tu visita al Cerro de San Juan, la planificación es clave:
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Horario: La “hora dorada” para los locales es muy temprano por la mañana (entre 6:00 y 7:00 AM) para evitar el sol intenso del mediodía, o bien por la tarde para ver el atardecer (llevando linterna para el regreso).
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Hidratación y Equipo: Lleva al menos 1.5 litros de agua. Aunque la ruta de La Batea es amigable, el calzado de senderismo o tenis con buena suela es indispensable para evitar resbalones.
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Cero Huella: La regla de oro del ecoturismo en Nayarit aplica aquí con rigor: “lo que subes, baja”. No hay botes de basura en el sendero, así que debes regresar con todos tus residuos.
