“Ser músico de banda no es fácil, porque para lograr dominar cualquier instrumento musical tienes que invertir horas y horas de ensayo, debes de tener mucha paciencia, debes abrir tu mente y el resto de tus sentidos para conocer la música, para aprender los ritmos y la melodía”, explicó en entrevista el clarinetista de Banda, Luis Cordero Pérez.
Cordero Pérez, reveló que desde hace más de 20 años se dedica a la música de banda y en entrevista explicó que como músico deben de aprender a querer y amar su instrumento: “porque antes de decidir qué quieres tocar en una banda de viento tienes que elegir el instrumento que más te guste porque en una banda hay trompetas, clarinetes, tuba, charcheta, tarolas y trombón y no todo se te da, en pocas palabras tienes que especializarte en un instrumento, porque no todos los puedes dominar, hay quienes nacen para tocar clarinete, otros tienen cualidades para tocar trompeta, otros muy pocos la tuba, porque además la tuba de banda es uno de los instrumentos más caros del mercado, aquí en Tepic la más barata la puedes conseguir en 25 mil pesos, entonces si vas a entrar a la música para ganar unos pesos, es muy difícil que alguien invierta 25 mil o 20 mil pesos para luego ganarse solamente mil o mil 200 pesos por tocada aquí en Nayarit”.
En este mismo contexto, Luis Cordero explicó que hay hombres y mujeres que tienen cualidades para en poco tiempo lograr tocar trompeta, clarinete o tuba: “pero la mayoría de los músicos aquí en Nayarit y en el Estado de Sinaloa aprendimos el oficio por necesidad, porque ser músico de banda es como cualquier otro oficio, puedes ser músico de mariachi, de música clásica, de orquesta, tal vez de una tecno banda o de un grupo versátil, pero aquí en el estado de Nayarit y en Sinaloa la música de banda es la más socorrida y digo socorrida porque en estas fechas de diciembre es lo que más se escucha en las fiestas familiares, en las bodas, los XV años, fiestas patronales y en bailes populares”.
Al cuestionarle al entrevistado, si la pandemia del COVID-19 los afectó a ellos como músicos, el clarinetista respondió: “sí como no, a todos nos pegó porque durante casi un año se cerraron nuestros centros de trabajo, se prohibieron las fiestas familiares, no había fiestas patronales, nadie nos contrataba, fue por eso ustedes se han de acordar que nos tuvimos que salir a tocar a las calles, acuérdense que nos colocábamos en las esquinas de las principales calles de la ciudad, al principio la gente cooperaba, llegamos a ganar los primeros días trescientos, cuatrocientos pesos para cada uno de los que integrábamos la banda, pero después de 15 días solo nos repartíamos entre 80 o 100 pesos por musico, pero te quiero aclarar que las bandas la formábamos eran de acuerdo a las necesidades de cada músico, salíamos a trabajar los que teníamos necesidad, porque no todos los músicos quisieron salir a la calle a ganarse el pan de cada día en esos días de pandemia, a unos les daba vergüenza y otros que se sentían estrellas y no salían, pero al final el hambre los sacó de sus cajas de confort y aquí los vimos en la güipa callejera”.
Al preguntarle al clarinetista de banda, si había músicos de primera y de segunda, Luis Cordero respondió: “mira todo es cuestión de enfoques, todo es cuestión de cómo te sientas tú como musico, porque te puedes sentir de musico de primer nivel, pero en una tocada las cosas no te salen bien y haces quedar mal al resto de la banda, te digo esto porque a veces tus errores como musico no los podemos cubrir como compañeros y en ocasiones el cliente los detecta y nos reclama, o muchas veces ya no nos contratan por malos y desafinados”.
Finalmente, al cuestionarle al entrevistado qué se necesitaba para ser músico, Cordero Pérez respondió: “ensayar, buscarte a un buen maestro y ensayar, ensayar y ensayar, dice el dicho que la práctica hace al maestro y eso es real, todo en esta vida es práctica, dedicación y responsabilidad, si quieres ser buen músico tienes que ver a la música con mucha seriedad, con respeto y con mucha gratitud porque la música te puede dar todo, alegría, dinero, placer, pero también tristeza y soledad, porque en las giras vives solo, lejos de tu familia, puedes estar ante miles de seres humanos tocando y llevando alegría y felicidad a miles de personas, pero al terminar la tocada te quedas solo, en ocasiones las madrugadas y los amaneceres de un músico son tristes, porque estamos lejos de la gente que queremos, pero pues decidimos ser músicos y te digo esto porque el músico no nace se hace y nosotros escogimos este camino y la música nunca dejará de existir, ella estará con nosotros por toda la eternidad”, concluyó el entrevistado.