“Como paramédico he tenido la oportunidad de salvar muchas vidas, pero existe en mi mente el recuerdo de un accidente que marcó mi vida, fue el día 12 de diciembre del año 2004 cuando quede impactado por el suceso que se registró ese día por la autopista Tepic-San Blas cuando un tráiler antes de llegar la caseta de El Pichón impactó varios vehículos que estaban estacionados en el acotamiento”, reveló en entrevista el joven paramédico del H. Cuerpo de Bomberos del estado de Nayarit, Rubén Cervantes.
Explicó que aquel día un tráiler transportaba varias toneladas de cemento se quedó sin frenos y terminó impactando a varios automóviles que encontraban varados a un costado de la cinta asfáltica: “ese día recuerdo que trabajamos en labores de rescate desde las seis de la tarde hasta otro día en la mañana cuando fue localizado el cadáver de un menor que no encontrábamos, a ese niño lo buscamos por varias horas entre los fierros retorcidos de los carros y no lo encontrábamos hasta la mañana del día siguiente lo localizamos, lamentablemente ya sin vida y en un tubo de desagüe”.
El paramédico refirió que al ver un accidente de esta naturaleza fue algo que lo impresionó: “ver tanto dolor y tanto vehículo involucrado es algo que me impresionó, pero no nada más a mí, también a mis compañeros y lo que más recordamos es que ese día atendimos alrededor de 15 personas heridas, además de la localización de los cadáveres de hombres, mujeres y niños, es lo que yo recuerdo y aún me sigue causando dolor porque fue una lamentable tragedia la que se vivió ese día en la capital del Estado”, refirió el entrevistado.
En este mismo contexto, el joven paramédico relató que el día del accidente existía el riesgo de que se suscitará una nueva tragedia porque los vehículos que pasaban por ese entonces en donde se ubicaba la caseta de cobro circulaban a gran velocidad: “y el riesgo de un nuevo impacto ese día era latente, porque además; al detener la circulación se puede registrar un nuevo accidente en cualquier tramo carretero, por ello recomendamos que cuando un conductor se encuentre con un accidente en la carretera no se distraigan, eviten distraerse, pónganse alerta, muy alerta de eso dependerán sus vidas y la de quienes los acompañan”.
El entrevistado consideró que la tragedia del Pichonazo se hubiese evitado si las autoridades correspondientes hubieran evitado que los automovilistas hubieran estacionado sus unidades en los acotamientos de la autopista Tepic-San Blas.
Finalmente, a unas horas de que miles de feligreses acudan a la barranca de El Pichón el joven Rubén Cervantes recomendó a la sociedad en general que apliquen todas las medidas de prevención y respeten los señalamientos de vialidad: “además de evitar estacionar sus automóviles en los acotamientos de la cinta asfáltica y tengan mucho cuidado con los menores de edad, a los padres de familia les pedimos que al acudir a lugares concurridos no descuiden a los menores de edad y pongan especial atención en los adultos mayores”.