Desde Itaguá, Paraguay, Salvador Cabañas rememoró aquel equipazo que integró en el América, el que logró marcar una época en Coapa, junto a otro ídolo, Cuauhtémoc Blanco. Entre tantos logros, recordó el “Maracanazo” ante Flamengo. Habló del eterno rival, Chivas, y se tomó tiempo para reconocer al “Tata” Martino, quien lo dirigió en la Selección de Paraguay. Asegura ya haber dejado atrás todo lo que involucra el atentado que terminó con su carrera futbolística en enero de 2010. Recuerda con alegría a Diego Maradona, quien lo visitó durante su recuperación. Reveló su deseo de volver a jugar al fútbol, y de regresar a México, alguna vez.
¿Cómo fue tu llegada al América?
Ir a un equipo grande de México como el América era mi sueño. Los dirigentes me vieron cuando los enfrentamos en un partido con Chiapas, donde jugué muy bien y pude marcar goles. Un día llegué al entrenamiento y el presidente me dijo que me preparara porque iba a ir al América. Recuerdo que el primer entrenamiento fue en el Estadio Azteca, si bien ya había jugado ahí, fue tremendo estar siendo ya parte de un club tan grande.
¿Qué recuerdas de aquel equipo de las Águilas?
Te puedo decir todo el equipo. En el arco siempre estaba Memo Ochoa; el lateral derecho era el Gringo Castro, los centrales Aquivaldo Mosquera y Duilio Davino, en el lateral izquierdo estaba Kevin Rojas. En el mediocampo estaba Germán Villa, Pável Pardo, Federico Insúa, y de punta estaban Lucas Castromán de punta por la derecha, y Cuauhtémoc Blanco, y Claudio López. Teníamos un equipazo.
¿Quiénes fueron tus aliados en el Nido?
En el América mis mejores acompañantes fueron Germán Villa, que era un tremendo jugador, quitando, recuperando balones, dando pases, era impresionante, y Cuauhtémoc Blanco, que era el ídolo y el capitán. Él me apoyó mucho a nivel mental y a nivel de juego también. Es una muy buena persona, por eso se ha elegido como el mejor capitán del América de la historia.
¿Cómo vivías los clásicos frente a Chivas?
La preparación para un partido así era diferente desde la mentalidad, desde lo futbolístico, todo. Una semana antes era todo difícil. Todos los clásicos son tremendos, pero son los partidos que todo jugador quiere jugar.
¿Tienes presente el “Maracanazo” ante Flamengo en 2008?
Ese partido por Copa Libertadores es de los que más me marcaron, porque de local habíamos perdido 4-2 y llegábamos con tres goles abajo, y pudimos dar vuelta el resultado y clasificar. Nosotros nos teníamos confianza, pensábamos que íbamos a poder ganar. Recuerdo que muchos americanistas fueron a alentarnos, fue muy lindo.
¿Qué significa el América en tu vida?
Muchísimo, significa mucho para mí. Es un equipo que quiero mucho, que siempre voy a recordar porque jugar ahí es difícil, y yo tuve la oportunidad de hacerlo, y pude hacer felices a los americanistas.
¿Mantienes contacto con la directiva del América?
No, porque salí mal del club y casi no tengo contacto con nadie, pero sobre todo porque las personas que estaban en aquel momento, ya no están.
El “Tata” Martino fue uno de los técnicos que te dirigió en la Selección de Paraguay, ¿Cómo era tu relación con él?
La relación que tuve con el “Tata” era muy buena, pero no sólo fue así conmigo, con todo los jugadores era excelente. Era un entrenador que le preguntaba a cada uno cómo estaba, qué necesitábamos, hasta cómo queríamos jugar. Conversábamos todo. Me eligió para ser capitán de esa selección, al igual que mis compañeros, claro. Para mí es una gran técnico.
¿Cómo lo ves en la Selección Mexicana?
Lo veo muy bien en la Selección de México, creo que le va a aportar mucho porque conoce el fútbol y más todavía el fútbol azteca. Ojalá que vaya encontrando el equipo ideal, y lo más importante es que pueda hacerlo funcionar con su idea de juego.
¿A 10 años del atentado qué recuerdo tienes hoy de lo sucedido?
Ya borré todo eso de mi mente. Que se haga cargo la justicia. Ya hice lo que debía, y ya es suficiente para mí.
¿Maradona te fue a visitar mientras llevabas adelante la recuperación en Buenos Aires?
Diego fue y me dio su apoyo para recuperarme más rápido. Me sorprendió porque es un jugador reconocido mundialmente, y me fue a ver y a alentar. Es algo muy lindo. Siempre lo voy a recordar y a agradecer por eso.
¿Extrañas jugar al fútbol?
Sí, extraño mucho. Mirarlo ya es difícil porque uno quiere estar ahí jugando. Me encantaría volver a jugar, pero ya no puedo, y siento que ya he hecho mucho a nivel futbolístico.
¿Piensas volver a México?
Como agradecimiento sí, y una vez que pase esta pandemia, si en algún momento un equipo me quiere, iría.