Sobre la planicie costera del Pacífico, en donde se unen la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre del Sur se configura la Bahía de Banderas; en este lugar, sobre el delta del río Ameca, se desarrolla el Estero El Salado, Área Natural Protegida (ANP) bajo la categoría de zona de conservación ecológica desde el 27 de julio del año 2000.
Ayer lunes celebramos 20 años de acciones de conservación de la diversidad biológica en El Salado. El Gobierno de Jalisco, como parte de su compromiso con la conservación de las áreas naturales, decretó en marzo de este año la ampliación del polígono de El Salado, de 168 a 208.2 hectáreas.
Dentro de los objetivos de conservación del decreto se fomenta la investigación científica y se excluyen actividades como extracción, cacería, tala, introducción de especies exóticas, uso de fuego y aquellas que impacten las condiciones naturales del sitio, con el fin de garantizar la preservación del ecosistema.
Dentro de este lugar, podemos encontrar una extensión de 135 ha correspondientes a vegetación de manglar y marismas, además de dos remanentes de selva mediana subcaducifolia bordeada por sucesiones de elementos de vegetación acuática y subacuática, bosque espinoso y vegetación secundaria; ecosistemas en los que se han detectado 99 especies de aves, 46 de plantas, 10 de mamíferos y 29 de anfibios y reptiles.
Las aguas de El Salado son dulces y salinas; lo cual lo hace ideal para el desarrollo de muchas especies en condiciones sumamente saludables; aquí muchos peces depositan sus huevos por la seguridad que les da el estero y la cantidad de nutrientes que tienen sus aguas, una vez que crecen salen a Bahía de Banderas, por eso lo vasto de su riqueza de flora y fauna.
Sus componentes de hábitat son favorables para las aves migratorias y el desarrollo del ciclo biológico de mamíferos y reptiles, tales como ranas, tortugas de río y cigüeñas, también se tiene la presencia de iguana verde, garrobo, cocodrilo de río, mapache, zarigüeya, cangrejo violinista y cajo o cangrejo mojo.
Los Esteros son reguladores de temperatura, mantienen el equilibrio climático de la zona en la que se encuentran. Ecosistemas como este permiten la reproducción y desarrollo de diversas especies. Los nutrientes del Estero El Salado, sirven como base de alimentación para todas las especies que habitan la Bahía de Banderas y es un importante regulador hidrológico que protege la ciudad de inundaciones.
