El Manchester City empieza a planificar la próxima temporada y lo hace rumboso, sin problemas de liquidez y con la prioridad de hacer cuatro fichajes claves. La decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de anular el castigo impuesto al club por el caso de fair-play financiero, que le impedía jugar torneos europeos en los próximos dos años, ha reintensificado la política de fichajes.
Para llevarla a cabo, según asegura Sport, Pep Guardiola tendrá licencia para fichar, toda la que le permitirá disponer de 300 millones de libras (330 millones de euros) que desliza que podrá tener a su disposición.
Tanto Pep Guardiola, como el director deportivo del City, Txiki Begiristain, tienen que fichar atendiendo a cuatro prioridades: dos centrales, un sustituto para Sané y un comodín ofensivo. La defensa es una prioridad debido a las bajas que se han ido produciendo en esta demarcación. A esta circunstancia se le une el hecho de que el año pasado no pudo fichar a Harry Maguire y la grave lesión de rodilla de Laporte al inicio de la temporada.
De los dos puestos de centrales, uno debería ser diestro para acompañar a Laporte, y otro zurdo que también pueda actuar por el lateral izquierdo. Kalidou Koulibaly, del Nápoles, Diego Carlos, del Sevilla, o Milan Skrinniar, del Inter figuran en la lista.
Sport señala a David Alaba, que aún no ha renovado con el Bayern, como uno de los nombres más del gusto de Guardiola, pero en Alemania aseguran que la intención del jugador es seguir en el Bayern. En su lugar cobraría fuerza Nathan Aké.
Otra de las prioridades es encontrar un extremo para sustituir a Leroy Sané, tras su marcha al Bayern. Ferrán Torres podría ser la opción. El Valencia podría pedir entre 30 y 40 millones por el jugador. El cuarto refuerzo sería el de un comodín ofensivo, un puesto para el que ha sonado Kai Havertz, del Bayer Leverkusen, aunque su destino final podría estar más cerca del Chelsea de Lampard.
