El Leganés ha comunicado a primera hora de la tarde que Javier Aguirre no seguirá como entrenador del equipo la próxima temporada después de que el técnico mexicano se quedara a un gol de lograr la salvación con los pepineros en una agónica última jornada frente al Real Madrid. Tal y como ya contó AS, el Vasco había decidido no continuar su aventura al sur de la capital por desavenencias en la gestión del club. Ni continuar en la élite le habría hecho cambiar de opinión para seguir en Butarque.
El descenso no ha hecho más que ratificar su decisión. Aguirre no se ve entrenando en Segunda División y sólo haría una excepción en caso de haberse sentido muy, muy cómodo. Pero no ha sido el caso. Desavenencias como la ausencia de grandes inversiones en el mercado invernal o que el club no se apoyara en él durante las conversaciones para recortes salariales son algunas de las dos desavenencias más importantes que ha tenido con la entidad. Tampoco le ha gustado que no contaran en algunas cuestiones del día a día, algo que, con su experiencia, consideraba importante.
El club, tal y como ha contado AS, tampoco le ha trasladado oferta alguna de renovación. En Butarque tampoco gustó algún enredo final, como el caso Óscar y que el Vasco deslizara que el jugador no estaba disponible por orden de su entorno y no por estar realmente lesionado, versión esta última que en el club apoyaban con pruebas médicas.
Finalmente, durante la mañana de hoy se puesto punto y final a una relación que, fuentes del Leganés afirman, ya conocían algunos miembros del equipo y la directiva.
Entre los técnicos que desea firmar el Leganés, la prioridad es Asier Garitano, ex preparador pepinero y encargado de liderar los dos últimos ascensos blanquiazules de Segunda B a Segunda y de Segunda a Primera. El de Bergara tiene dudas tras su salida del Alavés, pero no descarta retornar al que fue su equipo. Esta semana será clave en su decisión. Andoni Iraola, del Mirandés, es otra alternativa que gusta mucho en Butarque.