En mayo de 2019 se dio a conocer un castigo por parte de la Unidad de Integridad de Atletismo (AIU) y la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF) sobre María Guadalupe González Romero, por haber dado positivo en noviembre del 2018 a un esteroide anabolizante, que son derivados de las testosterona y ayudan a generar musculatura.
'Lupita' junto a sus abogados llevaron el caso al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), para que se le quitara el castigo que le otorgaron por los siguientes cuatro años. Sin embargo, el TAS dio a conocer su fallo y se confirmó la cesación de la marchista mexicana hasta noviembre del 2022, por lo que se perderá los Juegos Olímpicos de Tokio que se aplazaron hasta el 2021 por la epidemia del Coronavirus COVID-19
a medallista olímpica argumentaba que la sustancia la había ingerido sin intención, comió hígado de res contaminada y ahí habría consumido la sustancia que es utilizada para engordar al ganado. Lo anterior no lo pudo comprobar, la terminaron por acusar de contradicciones y de haber presentado evidencia falsa ante la AIU e IAFF. El TAS se agarró de lo anterior y afirmó su suspensión.
Ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte, 'Lupita' aceptó que mintió en su primera declaración y se disculpó, con la finalidad de disminuir el tiempo del cese, pero, también jugó en contra que la declaración de la directora del Laboratorio de Montreal, acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), Christiane Ayotte, aseguraba que la cantidad ingerida por 'Lupita' no entró a su cuerpo por haber ingerido carne contaminada.
