Es lo que les digo, en nuestro país cada que hay crisis abundan los vivales que sacan de toda crisis, una buena ganancia.
Lo recuerdo en muchas situaciones históricas, tales como las famosas cadenas de dinero, en donde el organizador se lleva siempre la aportación de los que van cayendo a la cima de la pirámide, y cuando alguien deja de aportar, toda la pirámide se viene abajo, dejando a veces en la ruina a los últimos ingenuos que creen que hay gente que quiere regalar dinero nomás por gusto.
Por culpa de los charlatanes, farsantes, embusteros, embaucadores, y en pocas palabras, mentirosos, la humanidad sigue en el retraso, avanzando a cuenta gotas en muchos casos científicos y lo peor, a veces luchando para convencer de la verdad a los que creen en la mentira.
En tiempos de epidemias, que luego se convierten en epidemias, la gente busca maneras de salir de ellas, por medio de lo que cree que la puede salvar, por ejemplo, pasados los siglos más tenebrosos de la Edad Media, se desató a comienzos de la Edad Moderna una inesperada obsesión por la caza de brujas.
La fiebre cazadora empezó a finales del XV respaldada, en 1484, por el papa Inocencio VIII en la bula Summis desiderantes affectibus: «Muchas personas de ambos sexos se han abandonado a demonios, íncubos y súcubos, y por sus encantamientos, conjuros y otras abominaciones han matado a niños aún en el vientre de la madre, han destruido el ganado y las cosechas, atormentan a hombres y mujeres y les impiden concebir». Se abría la veda, la fiebre tornó en delirante conforme avanzaban los años, se calcula que hubo 60.000 condenas a muerte y todo porque de esta forma se pretendía acabar con males como la falta de buenas cosechas, la muerte del ganado, las enfermedades, así que la ignorancia es peligrosa.
Bueno, pues este fin de semana El subdirector de Medicina Preventiva y Epidemiología de los Servicios de Salud en Nayarit, Jorge Barrera Castellano, alertó que pacientes con coronavirus llegan a los hospitales con graves problemas respiratorios, debido a que muchos de ellos prefieren atenderse en casa, aunque sin los cuidados correspondientes.
“Los pacientes que requieren hospitalización están llegando muy tarde a los hospitales, están llegando ya con problemas de insuficiencia respiratoria porque prefieren quedarse en su casa creyendo que bueno con la atención que van a tener en casa va a ser suficiente para salir adelante y muchos de ellos cuando llegan al hospital llegan en condiciones muy lamentables que también nos da un incremento en las defunciones”, dijo el epidemiólogo quien de paso tocó un punto importante, referente a los “milogrosos” aparatos caseros que algunos ciudadanos realizan e incluso recomiendan a través de redes sociales, desde los aparatitos que se hacen con un motor de pecera para dizque fabricar oxígeno, hasta los cientos de remedios también fabulosos de recetas que dan a conocer supuestos doctores chinos o de otros países, mencionó que todas estas cosas, son inservibles e incluso podrían dañar aún más la salud del afectado.
Por ejemplo en el caso de los que dizque fabrican oxígeno, y lo están administrando a un enfermo de COVID-19, están matando al pobre enfermo, ya que dependiendo de la dificultad respiratoria es el grado de oxigeno que debe administrarse.
Esto es solo un caso de los muchos que existen y que además son compartidos por las personas que supuestamente probaron remedios o aparatos caseros, y ahora están sanas y salvas.
Claro, el ingrediente faltante es que cuando ven que su enfermo no superó la enfermedad, y que incluso lo están aniquilando por la cantidad de oxígeno aplicado, entonces van a un hospital, y en muchas ocasiones ya sin mucho qué hacer por el enfermo…les digo que le sufre la ciencia para avanzar…hasta mañana