Como un superhéroe, salió Romain Grosjean de entre las llamas. Un accidente terrorífico este domingo en el inicio del GP de Bahréin pudo acabar en tragedia, pero se ha quedado en milagro: el Haas del francés impactó de lleno contra los guardarraíles al poco de empezar, en la salida de la Curva 3 de Sakhir. Grosjean había tocado antes al Alpha Tauri de Kvyat, que lo descontroló, y chocó a una velocidad superior a los 200 kilómetros por hora contra un bloque de hierro. El coche se partió violentamente en dos y se incendió, la postal era terrible. Y entonces, sin que nadie sepa cómo, apareció Grosjean de entre las llamas (pasó más de 20 segundos dentro de la bola de fuego) para recordar por qué los pilotos de Fórmula 1 están incluidos entre los superhéroes.
En cuanto a su estado de salud, la FIA informó de que está estable y ha sido trasladado en helicóptero al Hospital Militar BDF para más exploraciones. Tardó muy pocos segundos en llegar el coche médico y fue el delegado de la FIA, Ian Roberts, quien ayudó primero al francés, quien salió del habitáculo como pudo entre un amasijo de hierros y fibra de carbono. Él se había quedado encallado en la primera mitad del coche, incrustada a su vez en el guardarraíl. La parte trasera quedó totalmente partida, en seco, con el motor y demás piezas a la vista. Lo increíble es que pudiera salir por su propio pie ante ese panorama.
El halo y el mono le salvaron la vida
El halo, la pieza de titanio que protege la cabeza del piloto, introducida en 2018, evitó una deformación de la célula de supervivencia del chasis. Las equipaciones de los pilotos están preparadas y homologadas para soportar más de medio minuto a 850ºC. La última vez que un coche de F1 salió ardiendo de esta manera fue en Argentina 1996, con Pedro Diniz.
Con ayuda de los dos miembros del equipo de emergencias, Roberts y el piloto sudafricano Alan van der Merwe, Grosjean caminó desde el coche médico, donde fue atendido inicialmente, hasta una ambulancia que le llevaría al centro médico del circuito de Sakhir. Por ahora no se conoce más detalle sobre los daños o lesiones que le haya producido el choque, aunque habrá más información en las próximas horas. A la vista, estaba magullado y cojeaba, su mono acusaba las quemaduras aunque su piel no. Si hay traumatismos, lo explicarán los doctores más adelante.
Grosjean, de 34 años, y lleva once temporadas en la Fórmula 1. Subió diez veces al podio con Lotus y este año afrontaba la que puede ser su última temporada en el Gran Circo, porque no renovará con Haas, su equipo durante las últimas cinco campañas. Él sacó del ostracismo a Francia en el Mundial después de años de silencio, sin pilotos de máximo nivel. Era el ídolo de Jules Bianchi, el último piloto de F1 caído en combate, y todavía está muy presente en el paddock la tragedia de otro francés, Anthoine Hubert, quien falleció en Spa-Francorchamps durante la carrera de F2. Se sintió el mismo miedo en Sakhir, pero Grosjean volvió a nacer.