El proyecto de vacuna contra el COVID-19 que actualmente desarrollan la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford produjo una fuerte respuesta inmunitaria en adultos mayores, de acuerdo al informe presentado en la revista médica The Lancet.
"Las sólidas respuestas de anticuerpos y células T observadas en las personas mayores en el estudio son alentadoras", señaló Maheshi Ramasamay, consultor y co-investigador principal del Oxford Vaccine Group, quien espera que este hecho se traduzca en una vacuna que proteja a las personas más vulnerables de la sociedad.
Sin embargo el investigador deja en aclaro que se requiere investigar más para asegurar estos resultados, ya que estos resultados se obtuvieron en la Fase 2, donde no se mostró si la vacuna protege a los voluntarios de la infección.
"Si estás respuestas se correlacionan con la protección en humanos, estos hallazgos son alentadores porque las personas mayores tienen un riesgo desproporcionado de COVID-19 grave y, por lo tanto, cualquier vacuna adoptada para uso contra el SARS-CoV-2 debe ser eficaz en adultos mayores", señalan.
La vacuna experiemental conocida como ChAdOx1 se fabricada de forma distinta a las de Pfizer y Moderna, ya que utiliza un resfriado modificado llamado adenovirus, que infecta a los chimpancés pero no a las personas, el cual busca genéticamente llevar un pequeña parte del coronavirus al cuerpo y entrenar así el sistema inmunológico.
"Todavía estamos esperando llegar al punto en el que podemos hacer el análisis para determinar que tan bien la vacuna puede proteger a las personas, y estamos cada vez más cerca de eso. Somos optimistas de que podremos hacer eso antes de Navidad", señaló Andrew Pollard, director del Grupo de Vacunas de Oxford.
Los investigadores de esta colaboración entre AstraZeneca y la Universidad de Oxford dejan en claro que su prioridad será la eficacia de esta vacuna, por lo que nos preocupan los anuncios de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, quiénes han reportado más de 90% en eficacia.