Gregorio Haro Amaya, Secretario General del Sindicato de Chóferes de Taxis Transporte Urbano y Similares CTM, en entrevista declaró que a un año de los efectos del COVID-19, alrededor de 500 trabajadores del volante han sufrido una de las peores crisis de sus vidas.
El líder transportista explicó que además de los mortales efectos del COVID-19, el hecho de no poder aumentar su capacidad de pasaje más allá del 50% ha ocasionado que empeore la crisis en este sector.
“Una de las causas y de las dificultades económicas, es la poca capacidad del pasaje permitido en las unidades del transporte público ya que solo se permitía el 50%… y eso es lo que han estado sufriendo los trabajadores del volante, principalmente en la modalidad del servicio urbano y eso ha dejado como resultado que no ha permitido a los trabajadores del volante llevar el sustento para sus familias, que son más de 500 trabajadores que están sufriendo esta situación”.
Haro Amaya, aseveró que en años anteriores, un chófer del transporte público al terminar su día laboral obtenía una ganancia de hasta mil pesos por turno: “y ahora apenas sacan 200 pesos cuando mucho, dependiendo de la ruta”.
Por otra parte, el líder transportista dio a conocer cuales rutas son las que presentan mayores afectaciones a causa de la pandemia que sigue imperando en la capital nayarita:
“Una de las rutas más afectadas es la de Valle Real, la de Fresno Estación, además de 3 rutas más y no hay condiciones como antes y hay una baja considerable para llevar el sustento a sus familias y hay una moral muy baja por parte de los trabajadores, por ello, nosotros estamos haciendo la solicitud al gobierno del estado para que se habrán las fuentes de trabajo de manera normal y ojalá que el Gobernador atendiendo la necesidad de los trabajadores del volante autorice normalizar el transporte público en el Estado”.