Tepic.- En Sayulita no cabía un alfiler. Los jaliscienses se desbocaron al pueblo mágico. Guayabitos reportó una ocupación del 80 por ciento, cuando en estas fechas, otros años, es prácticamente del 100 por ciento.
Las playas de San Blas preferidas por los tepicenses registraron una moderada afluencia. Hubo contención y conciencia ante la ola de contagios y muertes a causa de Covid-19, reconocieron las autoridades estatales de seguridad y vialidad. Reportaron saldo blanco. Fueron atendidas 100 llamadas por escándalos de personas en estado de ebriedad y 47 rescates acuáticos.
Quienes descansaron en casa, el Jueves Santo vivieron en Tepic la furia de la naturaleza con una tolvanera que derribó árboles, postes y que, incluso, dejó herido a un turista que paseaba por la ciudad.
Algo es cierto: toda moneda tiene dos caras, y es que, mientras unos se bañan en las tibias aguas del Pacífico, los Servidores de la Nación en Nayarit llevaban a cabo los operativos de vacunación para el personal de salud que se encuentra combatiendo la pandemia desde la primera línea.
El Domingo de Resurrección tuvimos un adelanto: el de una hora, por el horario de verano. Y se soltaron los demonios. Perdón, a los pocos segundos del inicio del día arrancaron las campañas políticas para la gubernatura y para diputados federales.