A menudo se piensa que las grandes zonas arqueológicas de México están solo en el sur, pero Nayarit guarda secretos prehispánicos únicos en Mesoamérica. Desde complejos sistemas funerarios hasta templos dedicados al viento, nuestro estado fue un corredor vital de la Tradición Aztatlán y la cultura de Tumbas de Tiro. Si te gusta la historia, estos son los dos sitios que debes visitar obligatoriamente.
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Los Toriles (Ixtlán del Río): El Templo de Quetzalcóatl
Ubicada a pocos minutos de la cabecera municipal de Ixtlán, esta es la zona arqueológica más importante y restaurada del estado.
- La Joya de la Corona: Su edificio principal es una pirámide circular (Edificio A), una rareza arquitectónica dedicada a Ehécatl-Quetzalcóatl (dios del viento). Su forma redonda permitía que el viento circulara libremente sin “tropezar” con esquinas.
- Historia: Fue un centro urbano clave entre el año 300 a.C. y el 600 d.C., conectando el comercio entre el suroeste de Estados Unidos (turquesa) y el centro de México.
- Visita: El sitio cuenta con museo de sitio y está abierto de martes a domingo. Es un paseo perfecto para combinar con la gastronomía de Ixtlán.
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Altavista y los Petrograbados (Compostela)
Si prefieres el misterio de los grabados en piedra, debes ir cerca de Chacala, en el municipio de Compostela. Ahí se encuentra la zona de Altavista o “La Pila del Rey”.
- ¿Qué verás? Una inmensa concentración de petrograbados (piedras talladas) con espirales, cruces y figuras antropomorfas.
- Significado: No eran simples dibujos. Los arqueólogos creen que este sitio era un centro ceremonial estacional dedicado a la lluvia y la fertilidad. La “Pila del Rey” es una formación natural rocosa que se cree servía para observar el solsticio de verano y pedir por las cosechas.
Importancia de la Conservación
Muchos petrograbados en Nayarit sufren vandalismo o erosión. Al visitar sitios como Altavista o los vestigios en Coamiles (Tuxpan), la regla de oro es: “Ver y no tocar”. La grasa de nuestras manos daña la piedra milenaria. Proteger este patrimonio es asegurar que las futuras generaciones conozcan que Nayarit fue, hace siglos, una cuna de civilización poderosa.
