La belleza natural de Tepic, Nayarit, es innegable. Sus ríos y paisajes son tesoros que deben ser respetados y protegidos. Sin embargo, parece que la impunidad continúa permitiendo la degradación de estos entornos valiosos, como lo demuestra un inquietante informe que data de septiembre de 2016.
En ese entonces, la Dirección General de Desarrollo Urbano y Ecología (DGDUE) del Ayuntamiento de Tepic elaboró un dictamen que revelaba una preocupante situación. Ciudadanos conscientes y preocupados por el medio ambiente se dirigieron a las autoridades, instando a tomar medidas contra la realización de trabajos de relleno en una zona específica. Estos trabajos estaban siendo realizados de manera constante por un particular, y lo que es más alarmante, se estaban llevando a cabo sin respetar el derecho de paso en una zona federal de 10 metros de ancho contigua al cauce de un río.
La situación se agrava aún más al observar que este derecho de paso estaba perfectamente señalado en el plano oficial otorgado al Comité de Acción Ciudadana del Fraccionamiento de Los Limones. Esto no deja lugar a dudas: se trata de una zona protegida por la ley, un área que pertenece al cauce antiguo del Río Mololoa y que debe ser preservada como parte del patrimonio natural de la región.
La voz de los ciudadanos que buscan la conservación de estos espacios naturales es una voz que no puede ser ignorada. La denuncia presentada en 2016 revela una preocupante falta de cumplimiento de las leyes ambientales y de preservación de los recursos naturales. El relleno de zanjas y ríos no solo daña irreparablemente el ecosistema local, sino que también pone en riesgo la vida de muchas especies que dependen de estos entornos para su supervivencia.
La protección de los ríos y cauces de agua es esencial para garantizar un futuro sostenible y saludable para Tepic y sus habitantes. La impunidad que permite la degradación de estas áreas no puede continuar. Es responsabilidad de las autoridades locales y nacionales tomar medidas enérgicas para detener cualquier actividad ilegal que amenace la integridad de estos espacios naturales.
Los ciudadanos que han denunciado esta situación merecen nuestro apoyo y respeto, ya que están defendiendo el patrimonio natural de todos. La violación de las leyes ambientales no debe quedar impune, y es hora de que se tomen medidas efectivas para detener el relleno ilegal de los zanjones de Tepic. La restauración y preservación de estos entornos naturales son cruciales para el bienestar de la comunidad y el futuro de la región.