Voces en los diversos tonos se han escuchado en exigencia de la construcción de un hospital psiquiátrico en la capital Tepic, o cualquier otro lugar de Nayarit.
Desde hace buen tiempo nuestra ciudad capital ha sido refugio de cantidad de enfermos mentales que deambulan sin rumbo fijo por las calles citadinas, algunos dedicados a recoger pequeños objetos tirados en la vía pública que luego guardan en bolsillos del pantalón.
Otros con abultadas cargas de lo más inverosímil que se puede uno imaginar, mientras hay quienes caminan semidesnudos (hubo ocasión que una joven mujer paseó en Tepic su voluminoso cuerpo desnudo por entero) y otros más ensimismados en su locura van de un lugar a otro o se estacionan en la banqueta.
Lo curioso del caso es que, cuando menos en Tepic, cada día se ven en las principales calles del primer cuadro de la ciudad a mujeres y hombres perturbados de sus facultades mentales que jamás se habían visto en este lugar.
Por consecuencia, la opinión generalizada de tepiqueños nacidos aquí es que se trata de personas que de alguna u otra manera llegaron procedentes de distintos lugares, porque los loquitos nuestros los conocemos, y son pocos. Pero no faltará los que por vergüenza de sus familiares estén en encierro, y hasta ha habido casos de encadenados.
Hace ya algunos años, elementos de la policía local que hacían patrullaje en el libramiento carretero de la ciudad, descubrieron en esa zona un vehículo repleto de personas con trastornos mentales en el momento que bajaba su valiosa carga. Los responsables fueron obligados a regresar a la capital del Estado de Jalisco.
Casi es seguro que esta práctica se ha vuelto común, pero con el mayor sigilo ahora los loquitos son depositados en los diferentes sitios de la ciudad de Tepic, luego de ser transportados de Guadalajara o de Mazatlán o de otros lugares con vecindad a nuestra entidad.
Aunado a ello, no sólo la capital nayarita se llena al paso del tiempo de mujeres y hombres que han perdido la razón, los 20 municipios de nuestra entidad deben tener cantidad de personas propias y ajenas que de urgencia requieren atención médica.
Para la construcción del edificio, equipamiento y personal especializado del hospital psiquiátrico se requiere una fabulosa inversión.
Información de Oscar Bonilla.