AÚN CUANDO NO HAY LADRIDOS DE POR MEDIO, HAY VIDA DE MÚSICO… Hablar de música, es hablar de quien o quienes la ejecutan para lograr comprender la razón de su existencia, es decir, no podría concebirse esta misma sin la aportación del músico, o viceversa – ya que- al final convergen como un complemento perfecto para atender la necesidad del ser humano y fortalecer el estado de ánimo cuando éste se deprime o decae por desamor o diversas circuntancias.
SANADORES DE ALMAS
Sin temor a equivocarnos, la música y los músicos se convierten en sanadores o reparadores del alma. Sin la música ni instrumentos, todo sería distinto, no habría esperanza de seguir creyendo en el amor y en la propia vida.
REALMENTE MUERE DE HAMBRE EL QUE SE DEDICA A LA MÚSICA
Quienes se dedican a la música, realmente es porque les asiste la pasión, ya que a lo largo del tiempo esta profesión no ha sido del todo valorada ni remunerada como debería.
Al músico, pocas veces se le reconoce, y en repetidas ocasiones – al contrario-se le humilla. Cuantas veces sin importar el tipo de celebración del que se trate, ni siquiera se les ofrece un vaso de agua y si se les deja sin cenar, no obstante, el aplauso- al final de todo evento- resulta ser su mayor pago y satisfacción.
LA MÚSICA COMO FUENTE DE INGRESOS
Si partimos del entendimiento que la música es este instrumento que nos ayuda a unirnos a través de la identificación que hay en las letras, también debemos reconocer el amplio papel de las y los músicos en ellas, ya que al final son estas personas las intérpretes de las obras, por esa razón, deben tener todo el apoyo para la profesionalización de sus carreras y con ello, lograr que la música sea su fuente de ingresos, dejando de lado la idea de tener que trabajar para hacer música.
INVITADO ESPECIAL
Imaginar una celebración o fiesta sin música- ni músicos, es sinónimo de fracaso, aburrimiento y soledad, particularmente cuando se trata de acompañar al dolido con alguna bebida refrescante.