“Renovar es restablecer algo que se había interrumpido. Es sustituir una cosa vieja, inoperante, por otra nueva de la misma clase. Es en esencia, reemplazar algo”. Literatura de Sociología y de política.
RENOVARSE
Como la constante de la vida, del mundo y de las acciones de los individuos, es el cambio. Lo que no aprende a cambiar, se anquilosa, se enmohece y se vuelve inoperante. Todo lo que se oferta al público, es una mercancía. En política, mucho de ella, es oferta. Son ideas y son por lo tanto, acciones constantes de innovación. De entender al cliente, llamado militante, simpatizante o elector. Las ideas que se usaron para el manejo de la acción política en 1929, para la fundación del PNR, ya no tienen aplicación para esta sociedad. Como tampoco la tienen las ideas de los años cincuenta, sesenta, setenta u ochenta. Es por eso, que existe la máxima que habla de estar al día con lo que las personas o los tiempos reclaman, de: “Renovarse o morir”.
LA RENOVACIÓN
La renovación requiere de una actitud mental abierta.
I.- Para saber autocriticarse. Identificando nuestras fallas personales o nuestros errores como equipo. Como empresa, ejido, banco o partido político. Teniendo siempre en cuenta, el diagnóstico que nos entregan en uno o varios procesos, los resultados. Mismos que se pueden deber a nuestras fallas personales o como equipo. Las cuales necesariamente, se reflejarán en la institución que dirigimos. La autocrítica, en esencia es un espejo, llamado realidad. Al cual no debemos nunca, darle la espalda.
II.- La aceptación de la crítica. Que bien puede ser interna, viniendo del mismo equipo en el que participamos. O externa, de nuestros clientes, amigos, cuadros o de la misma opinión pública. En el caso de los partidos, hay que atender la opinión de los electores, expresadas en las urnas. Reflejada en las elecciones y sus resultados. Hay que tener sensibilidad, para aceptar el análisis ajeno.
INSTITUCIONES O PARTIDOS QUE NO SE HAN RENOVADO
En el mundo cambiante, de todos los siglos, hemos documentado, que todas las instituciones que no se han renovado, ya no están. Le pasó a Olivetti, que siguió firme con sus máquinas de escribir, sin innovar el rumbo a las computadoras. En los partidos, tenemos a muchos que ya no están: el PARM, el PFCRN, el PPS y muchos más. En una vía de mucho adelgazamiento por las derrotas. Está el ejemplo actual del PRD, pero también del PRI. Retrocesos en victorias del PAN.
Las renovaciones, requieren de la presencia de líderes flexibles, sensatos, abiertos a las evaluaciones y a los diagnósticos de sus empresas o partidos. Hechos por sus propios miembros, e incluso, apoyándose en expertos. Estas acciones, de manera sencilla, requieren de dos ejercicios.
Los cambios.- Que en esencia se puede decir en una frase: Lo que he aprendido hoy, mañana creará un nuevo yo. O sea, hay que aprender del acierto y del error y con ello, hacer los cambios necesarios. Las reinvenciones. Que conlleva hacer los cambios que impone la realidad, con productos o acciones que acepte el cliente, el elector. Conservando fidelidad a la esencia. No empecinarse en hacer lo mismo de la misma manera de siempre, sin escuchar la voz de los otros y aún peor, de los clientes.