13 DE AGOSTO DE 1521, CAE TENOCHTITLÁN.
Carlos I de España y V de Alemania, apenas había recibido el reconocimiento de Castilla y de Aragón, para nombrarlo como Rey de España, unificando a ambos reinos, muy cerca de 1519. Cuando Hernán Cortés arribó a Tenochtitlán, con 450 soldados españoles y 6 mil guerreros Tlaxcaltecas, Cholultecas, Huexotzincas y Totonacas, gracias al error de Moctezuma, de no oponerle resistencia y de recibirlo con honores. Cuando Cortés tomó prisionero a Moctezuma y lo elimina, los mexicas se rebelan y lo derrotan en el año de 1520, comandados por el Tlatoani Cuitláhuac, quien muere infectado de viruela, que trajeron los españoles. Cuauhtémoc continuó la resistencia y al caer prisionero de los españoles, el 13 de agosto de 1521, se consuma la conquista de Tenochtitlán. Por tres factores muy importantes.
I.- La ingenuidad de Moctezuma, de recibir con los brazos abiertos a los extranjeros. Quienes traían armas y artillería a base de pólvora, con proyectiles de plomo. Usaban armaduras para su protección y disponían de bergantines – pequeños barcos con cañones -, para sitiar a Tenochtitlán. Más el uso del caballo, al cual temían los indígenas, con caballeros armados con espadas de acero. En tanto que la infantería disponía de mosquetes y de ballestas. Soldados todos, que ya venían entrenados en el arte de la guerra de su época en Europa.
II.- Los españoles traían como aliados, en número de miles de guerreros, a los pueblos que los mexicas tenían sojuzgados y les cobraban tributos. Los cuales, esperaban una oportunidad para vengarse. Hernán Cortés les ofreció esa oportunidad y ellos aceptaron aliarse con él.
III- Los españoles, traían el arma secreta y mortal de la viruela, que enfermó y mató a muchos guerreros y al pueblo en general. Calculándose que con la conquista, más de dos terceras partes de los indígenas originarios, fallecieron contagiados de viruela.
LAS VERDADES
Los historiadores modernos, sacan las verdades a flote de la conquista. Como el que Moctezuma desde el principio, haya cometido el error de recibir como amigo a un desconocido armado y con soldados. Acompañado de guerreros indígenas enemigos, armados también. Quienes durante dos años, estuvieron en Tenochtitlán armando conspiraciones bélicas y traiciones, sin recibir sus merecidas consecuencias. Salvo la sublevación de 1520, conocida como “La noche triste”, donde los españoles fueron derrotados. Pero se cometió el error, de no perseguirlos, hasta dominarlos.