La presencia de las mujeres en la esfera política históricamente ha sido restringida. Durante eones, se ha considerado que la política es un asunto de hombres. Se consideró durante épocas enteras, que la incursión de las mujeres en política, las tendía a “masculinizar”.
Frente a toda tesis que excluya a las mujeres de la esfera política, la evidencia. Han mostrado talento y creatividad, para resolver problemas de toda laya. Cuando se ha planteado la tesis de la “masculinización” de las mujeres cuando incursionan en la actividad política, en realidad se profundiza la lógica de la discriminación. Hablar de mujeres que se “masculinizan”, implica un ataque a las libertades de género y de auto-adscripción en ese mismo nivel.
Las personas que piensan en la lógica binaria, de hombre-mujer, masculino-femenino, constituyen una fracción social altamente conservadora, antidemocrática, irracional y en buena medida, hasta antifeminista. El feminismo no debe profundizar la división de la sociedad en los términos reduccionistas de “masculino-femenino. La sociedad de todos los tiempos ha mostrado su riqueza en materia de género. La edad oscura, dividió a la sociedad en dos polos, el de los hombres y el de las mujeres. Empero, la sociedad siempre ha sido más que esa concepción binaria.
Los géneros que se han manifestado a lo largo de la historia, que van más allá de idea hombre-mujer, han sido negados, señalados y ferozmente perseguidos a muerte. Eso no ha hecho más sencilla la tarea de las mujeres por abrirse paso en todos los frentes de la vida pública y en lo privado. El país ha dado pasos, lentos, pero los ha dado, en dirección a esa sociedad igualitaria. En Nayarit también se ha logrado avanzar y durante décadas, miles de mujeres han dado el ejemplo de profesionalismo y de un alto sentido de lo humano.
De ese material está hecha la dirigente sindical Águeda Galicia Jiménez, que ha logrado ocupar el cargo de diputada local en varias ocasiones. En este año 2021 fue postulada como candidata a la gubernatura de Nayarit por un partido que se construyó con el cobijo de diversas agrupaciones de trabajadores. De ideas firmes, ha sido dura en la defensa de los derechos de la burocracia, ante lo que deberá adecuar estrategias en los próximos años.
Una mujer distinguida, que se ha mantenido activa en la escena artística y cultural del país, es Consuelo Sáizar Guerrero. Promotora incansable de las artes, ha sabido mostrar la entrega a su labor. Es originaria de Acaponeta, tierra de titanes.
Una mujer que ha incursionado poco en la actividad político-electoral es la Maestra Cecilia Guzmán Hernández. Ha destacado en su esfuerzo por elevar la calidad educativa en el estado. Ella es una de las fundadoras del Instituto Tecnológico de Tepic (hoy Tecnológico Nacional) y del Grupo Educativo del Valle. Se le reconoce su obstinada tarea en la actividad educativa que no concibe como negocio, sino como una función esencial en la formación de personas con alta calidad humana y profesional.
Otra mujer que ha destacado en la construcción de una sociedad más igualitaria es la abogada Elvia Aldara Zapari Esparza, Expresidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado. La calidad de su trabajo es la que ha mostrado que las mujeres poseen el talento suficiente para asumir responsabilidades superiores.
En ese orden de ideas, debe destacarse de manera especial la figura de Ma. de Lourdes Yerena Galeana, jurista que llegó a ocupar el cargo de Magistrada en el Tribunal Superior de Justicia en el estado. Asumió la dirección de Escuela de Derecho de la UAN. Se le reconocen sus dotes intelectuales, profesionales y académicas. Ha defendido el derecho de las mujeres con su proceder cotidiano.
Una mujer que mostró una y otra vez la capacidad de las mujeres para realizar tareas que estaban vedadas para los varones, es la Señora María Eugenia Jiménez Valenzuela. Fue la segunda Presidenta Municipal de la capital del estado, tras el fallecimiento de Justino Ávila Arce, de quien fue suplente. Dirigió el comité estatal del PRD y ocupó el cargo de diputada en la sexagésima Legislatura federal.
Otra mujer que mostró destreza política es María Guadalupe Zamora Estrada, diputada a la XXV Legislatura local y dirigente del PAN en el estado de Nayarit. Con su trabajo mostró cualidades para operar políticamente con criterio democrático, con firmeza y tolerancia.
Otra mujer verdaderamente extraordinaria es Olegaria Peña Sandoval. Sindicalista, legisladora y sobre todo, gestora social a la que se le reconoció un altísimo sentido de solidaridad. Mujer comprometida con causas sociales, no necesitó de cargos públicos para realizar actividades dirigidas a elevar el bienestar de familias, de personas y en favor de causas justas. Si el vocablo “incansable” puede ser aplicado a una persona, esa es Olegaria.
Otra mujer destacada, con calidad humana, organizadora política y legisladora, se reconoce en el nombre de Ana María Ibarra Tovar.
En el caso de Isabel Herrera Lara, procede señalar que fue diputada local de 1963 a 1966. Ligada a don Emilio González, logró ser reconocida como persona capaz de realizar tareas políticas de alta responsabilidad. Discreta, respetuosa y con cualidades profesionales y humanas que deberían exaltarse en la esfera política. No debería dejar de mencionarse el nombre de Lucila Vázquez Estrada, legisladora local de 1966 a 1969. De 1969 a 1972, llega al Congreso otra mujer sindicalista, Carlota Serafín Chávez, hasta la fecha, única dirigente que ha tenido la sección XX del SNTE.
Una mujer que ha realizado tareas de la mayor significación es Cora Cecilia Pinedo Alonso. Ha ocupado cargos de diversa importancia, como diputada local, legisladora federal y fue la primera mujer que ocupó el cargo de Presidenta Municipal de Tepic en días complicados para el estado. Actualmente es Senadora de la República y mantiene una actividad política y social discreta, pero de elevada utilidad social.
La lista parece interminable: Yolanda del Real Ureña, Hortensia Pérez Orta, y más y más nombres. Esta no es una enunciación que aspire a ser completa. Esa es tarea imposible. Nombres como el de Carmen Sánchez Morales, o el de Martha Elena García Gómez, ocuparían páginas enteras en recuentos de sus aportaciones y de su trabajo en favor de la sociedad igualitaria.
Miles de mujeres sindicalistas, catedráticas de categoría ejemplar, empresarias, que han estado en todos los espacios sociales, han cambiado al mundo, a diario, con su trabajo y su ejemplo. Son ellas las representantes de un feminismo cotidiano. Ese es el feminismo que en su reformismo, resulta francamente revolucionario, comprometido cotidianamente con la democracia paritaria.
En el medievo es donde se puede observar más nítidamente el origen de la visión y división en términos binarios de la sociedad que vivimos. Debemos avanzar en dirección a una democracia paritaria, en la que el que ya no exista el hombre-azul, la mujer-rosa, el hombre-fuerte, la mujer-débil. La sociedad que debemos construir, es la que excluya el género, entendiendo que “… como los avances científicos y los cambios sociales que se han dado en los últimos tiempos, han propiciado cuestionamientos sobre la validez de considerar que la especie humana sólo pueda describirse en masculinos y femeninos” (https://www.scjn.gob.mx/derechos-humanos/sites/default/files/protocolos/archivos/2020-11/Protocolo%20para%20juzgar%20con%20perspectiva%20de%20g%C3%A9nero%20%28191120%29.pdf). El mundo es más que mera biología: el género no se reduce a puros genitales. (Segunda y última parte).