Hace pocos días se hizo noticia mundial la venta de una obra de arte digital titulada “Everydays the First 5,000 days” por la cantidad de 69.4 millones de dólares, algo cerca de 144 millones de pesos mexicanos, pero ¿Qué es lo que hace que esta obra fuera tan valiosa? O ¿Por qué el arte digital de pronto se comienza a vender como un “objeto” coleccionable de gran valor?
La respuesta que iré describiendo poco a poco, parte de dos conceptos básicos: el valor de lo único y la autenticidad. Cuando pensamos en alguna imagen de internet podemos pensar que esta se distribuye masivamente, es fácilmente descargable, manipulable, replicable e incluso alterable, todo esto sin saber siquiera quien fue el autor, el diseñador, el fotógrafo o el artista que la creo. Varios sitios de internet buscaron regular de cierta manera esta práctica al crear webs que vendían imágenes a muy bajo precio o asegurándose de la no replicación del contenido a través del seguimiento de los derechos de autor, lo que implicó cobrar altas comisiones y dejando muy poco dinero al artista.
Ejemplo de esto es la gran cantidad de contenido disponible en repositorios web como Spotify y Youtube, que a pesar de tener productos artísticos originales, debido a la gran cantidad de intermediarios, los creadores reciben poco o nada de regalías por la distribución y vista de sus obras. ¿Así que porque una imagen, que esta en la cultura de la web ahora es vendible por tal cantidad?
La respuesta es el NFTs (Non Fungible Tokens), un tipo de archivo que brinda al poseedor la garantía de tener un bien digital único y auténtico, validando así que el dueño de ese archivo es el único propietario de una obra de arte digital, esto sin importar si la obra se encuentra en la web donde todos la pueden consultar, descargar o imprimirla, el único original es el que reside en este tipo de archivo y pertenece a una persona.
Esto por supuesto viene a revolucionar no solo el mundo del arte digital, que ahora tiene las posibilidades de contar con un certificado de autenticidad validado dentro de la web y el cryptomundo, el cual tiene un valor económico que otorga regalías permanentes a los artistas. Cualquier tipo de creación puede ser convertida a este tipo de archivo y comenzar a moverse en la Web 3.0, ¿Te imaginas ser poseedor de la mítica clavada de Jordan? ¿Ser dueño del gol que ha marcado tu infancia? ¿Comprarte una obra de arte que todo el mundo vea y use, pero solo tu seas el dueño? Ahora podrías hacerlo al comprar el archivo NFTs, si se encuentra disponible en la web.
El mundo del arte recibió una fuerte sacudida con la compra de la obra más cara en este formato que se ha registrado hasta el momento, pero solo fue el comienzo de una nueva ola en la que a diario se suman creadores, compañías, cantantes famosos, figuras públicas y artistas físicos/digitales; quienes ahora se encuentran ante un nuevo formato en el arte que traerá nuevas preguntas, revoluciones técnicas creativas y prácticas de consumo, que consolidan los bienes digitales artísticos y esperemos en ver, los efectos que tendrá en nuestra economía y por supuesto en las cada vez más comunes criptomedas.