Con la reforma que impulsara el Senado de la República que prohíbe el castigo corporal y humillante niñas, niños y adolescentes, como método correctivo o disciplinario, sucede que ya fue publicada en el Diario Oficial de la Federación y donde afirma que se castigará hasta con siete años a quien la infrinja.
¿Cómo surge esta modificación a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes? No hay que olvidar que el castigo con vara era una práctica cultural y religiosamente aceptada para los faltos de juicio. ¿A qué horas nos dimos cuenta que esta práctica resulta perjudicial? Si echamos una ojeada al pasado, todavía se escucha el eco de aquella sentencia acompañada de una prometedora mirada, “ya verás cuando lleguemos a casa”, “ahora sí vas a dormir calientito” o “espérate que llegue tu padre”. Funcionaba, enfermarse en ese intermedio y llegar a casa a dormir más temprano que lo acostumbrado en aras que ningún padre –aunque había excepciones- llegaría a castigar lo que ni le constaba. ¿Y para nadie es desconocido el oculto y frecuentemente, materializado, deseo de nalguear al ser amado o deseado que pasa al lado? ¿Será que esta reforma, finalmente responde a la cultura de paz o como resultado de una pronunciada, subrayada, gritada, pintada, amurallada, gaseada voz de mujeres en el mundo, en la Ciudad de México y replicada en la provincia? y con la que ellas aunque generosamente afirmen que fuimos todas. Son ellas las que con su modo, han exigido un alto a las diversas formas violencia, incluyendo la que se da al interior del hogar o en la vía pública, y particularmente contra las mujeres y niñas.
Una buena nalgada y a tiempo, previene una mala conducta en la adultez, coinciden algunos terapeutas, sacerdotes, madres y padres de familia o hasta los responsables de la educación. ¿Abrazos no reglazos, varazos o madrazos, será la solución contra las agresiones psicológicas y castigos corporales en sus hogares, escuelas o calles en un país donde el 60% de niñas, niños y adolescentes, son sujetos de maltrato? ¿O será que al fin, se le dio la razón al poeta nayarita, que recomendaba, que a la mujer no se le tocara ni con el pétalo de una rosa. ¿Completa o se quedó corta la modificación legal, y debió incluir también al varón?. Por lo pronto, ya hay uno al que no se le ha tocado ni con el pétalo de una cuetlaxochitl o flor de “Noche Buena”, planta originaria de Guerrero, donde un señor intocable ya comenzó su campaña sobre un tapiz floral de “basilias”.¿Golpear para educar?