Desde hace meses, hemos visto como han evolucionado las formas de hacer política alrededor del mundo, privilegiando la interacción digital sobre la presencial en muchos de los casos.
Sin embargo, la política al ser una actividad humana pareciera perder cierta esencia al mostrar a sus actores detrás de una pantalla, sobre todo cuándo se habla de elecciones, ya que no es la misma presencia del poder carismático de un candidato en una pantalla, a la que llega tener al hablar y tener tacto con el electorado.
Nayarit no será la excepción de esta nueva experiencia electoral, ya que incluso se están dando los primeros casos de esta nueva forma de hacer política, tal y como lo está realizando el precandidato a la Gubernatura de Nayarit por Movimiento Ciudadano, Ignacio Flores Medina, quien en su precampaña busca convencer a su militancia de ser la opción ideal a través de las plataformas de Zoom, Facebook y YouTube.
Parte de esta nueva estrategia fue comentada por el propio precandidato, quien en nuestro programa “La Silla del XXI” habló sobre como ha sido su experiencia con estas nuevas herramientas, la cual al parecer lo ha dejado satisfecho, ya que afirma que los número han mejorado.
Sin embargo estas campañas digitales que hoy parecen ser la respuesta a los tiempos de riesgo de contagio y muerte que se viven a raíz de esta cepa viral, pueden significar un arma de doble filo para cualquier político que hoy busca un nuevo cargo de elección popular.
A diferencia de “Nacho” Flores, otros precandidatos han invertido menos en su posicionamiento digital, y por tanto tienen menor experiencia en este rubro.
Hechos a la antigua quizá, tanto Miguel Ángel Navarro precandidato de la alianza “Juntos Haremos Historia” como Gloria Núñez Sánchez precandidata de la alianza “Va Por Nayarit”, parecieran estar más acostumbrados a los grandes mítines y el contacto cercano a la gente, para que la ciudadanía perciba al máximo ese sentido de pertenencia y protección que brindan los candidatos.
Es la ex alcaldesa de Compostela quien ha demostrado un mayor avance en estos cuestionamientos, siguiendo estrategias tradicionales del acercamiento digital grabando pequeños videos donde relata parte de sus eventos.
Por su parte, Navarro Quintero se ha mostrado con el viejo esquema de mostrar una especie de mensajes televisivos, pero cambiando su campaña a una estrategia de visitar casa por casa a su militancia, realizando intensos recorridos por todo el estado.
Sin embargo, la otra cara de la moneda es aquella que beneficia a esta forma relativamente “vieja de hacer política”, y es que lo digital aunque tiene un impacto grande en ciertos sectores, sobre todo juveniles, deja fuera a otras poblaciones acostumbradas a dar la mano a los candidatos para sentir su confianza y pertenencia a un proyecto.
Al verse imposibilitados de mostrarse en eventos masivos de forma presencial, los candidatos carismáticos pierden gran potencial, que será difícil rescatar a través de redes sociales.
Es aquí donde el poder de las estructuras políticas que se trabajan año con año deben mostrar su importancia, ese músculo de las militancias que tienen que ponerse a trabajar a marchas forzadas ante las restricciones que se viven hoy por la pandemia.
Esto da ventaja a partidos como el PRI, Morena, Acción Nacional e incluso hasta el PRD y el PT, que durante años han invertido en sus distintos cuadros y organizaciones para la llegada de las próximas elecciones.
Al final del día las campañas digitales serán la herramienta principal para quienes buscan algún cargo de elección popular este 2021, pero están muy alejadas de ser la pieza clave para ganar una elección en Nayarit y otras entidades del país, donde muchos de los sectores importantes parecen estar acostumbrados a una política más tradicional.