El coronavirus sigue haciendo mella en la NBA. Dos nuevas suspensiones han hecho saltar todavía más las alarmas y habrá una reunión de urgencia entre el máximo organismo de la competición norteamericana y el sindicato de los jugadores, la NBPA. El objetivo del encuentro será, de momento, discutir nuevos protocolos sanitarios después de que se hayan pospuesto los partidos que enfrentaban a los Pelicans contra los Mavericks (esta noche), debido a que los texanos no contaban con los ocho jugadores necesarios para el duelo. El Bulls-Celtics, de mañana martes, también ha tenido que aplazarse por motivos similares, que en este caso afectan al equipo que entrena Brad Stevens.
Además, los General Managers de las 30 franquicias de la NBA tendrán una reunión por videoconferencia en las próximas horas con la que discutirán sobre el momento actual en el que se encuentra la competición, que cuenta positivos casi de forma diaria y se está viendo enormemente afectada por las cuarentenas que tienen que pasar los diferentes jugadores. En el caso de los Mavs, Jalen Brunson, Dorian Finney-Smith, Josh Richardson y Maxi Kleber estaban cumpliendo sus respectivos confinamientos, y el positivo de Kleber ha provocado que otros cinco jugadores (contactos estrechos) tengan que aislarse, por lo que no se llegaba a los ocho reglamentarios ni con el anuncio del debut de Kristaps Porzingis, que deberá esperar para estrenarse este curso.
Tal y como se ha anunciado en las últimas horas, la NBA se enfrenta a uno de sus mayores desafíos. Si bien la burbuja de Disney ayudó a finalizar el curso baloncestístico 2020-21, la tercera ola del coronavirus que está asediando al mundo ha complicado la continuidad de una temporada marcada también por la pandemia, pero con menos restricciones al no encontrarse en el mismo entorno. Los viajes han regresado y los estadios están sin público, pero ni el uso constante y obligatorio de las mascarillas impide que haya positivos dentro de una competición inmersa en un país, Estados Unidos, que se mueve ahora en números realmente escalofriantes: 4.000 muertes diarias. Esto ha provocado que se empiecen a alzar tímidas voces hablando de una posible suspensión, un parón que de algo de margen a los equipos a recuperarse. Sin embargo, la intención de la NBA es continuar y esperar a que las aguas vuelvan a su cauce. La reunión programada de forma inmediata será, en teoría, para discutir nuevos protocolos sanitarios.
Habrá varias reuniones. Una será hoy mismo y se celebrará entre la NBA y la NBPA para discutir nuevos protocolos, que incluirán una menor socialización durante las prácticas y los partidos (abrazos y celebraciones varias), la disminución del tiempo de las prácticas de tiro, la revisión de los comportamientos antes y después de los encuentros (restaurantes…) y también del uso de la mascarilla, que tendrá más vigilancia y se volverá más estricto. Además, tendrá lugar la ya mencionada llamada entre los General Managers. Y por último, mañana martes, habrá una Board of Governors, una reunión en la que la NBA establecerá el plan de acción para las próximas semanas y con la que sabremos más cosas de la situación.
