Elementos de la Policía Municipal e investigadora, tomaron conocimiento acerca de lamentable fallecimiento de una mujer de la tercera edad, en el interior del domicilio ubicado en la colonia Playa Grande.
Las autoridades llegaron para investigar los hechos, debido a que el principio comentaban que, al parecer, la mujer había ingerido algo y eso le había ocasionado la muerte, sin embargo, al llevar a cabo las investigaciones en el lugar de los hechos, se dieron cuenta de que la misma había muerto por causas naturales, situación por la cual no fue necesario la presencia del personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Se informó que se trata de quien está identificada como María de Jesús Morán Lepe, de 70 años de edad, quien era originaria de Mascota y vecina de la calle Canario, en el número 20 de la colonia Playa Grande.
Los elementos de la Policía Municipal informaron que fue poco antes de las dos de la tarde de este martes, cuando recibieron el reporte en el sentido de que se necesitaba la presencia de las autoridades municipales en Playa Grande, debido que había muerto una mujer, sobre la calle Pedro Moreno en su cruce con Canario.
Al lugar de los hechos acudieron los elementos de la patrulla PV-338, quienes al llegar al domicilio, se entrevistaron con familiares de la mujer, quien manifestaba que momentos antes la señora había salido a misa y posteriormente regresó a su casa, tomó algo, se recostó y la misma murió, luego de que comenzó a convulsionar.
La movilización del personal de la Policía Investigadora se dio, luego de que comentaban que, al parecer, la mujer había manifestado que ya no quería vivir, por lo que al sitio llegaron además de los paramédicos del cuerpo de Bomberos, elementos de la Policía Investigadora, quienes al ingresar al domicilio, se dieron cuenta de que la misma aparentemente había muerto por causas naturales.
Se dieron cuenta de que la mujer estaba enferma de Osteoporosis y por ello, tomaba medicamento por lo que sospechan que fue lo que tomó y eso fue lo que vieron que había ingerido y posteriormente la misma murió.
La familia manifestó que apenas hacía un mes que le habían detectado Osteoporosis, pero además de que la misma padecía de ataques epilépticos desde hace más de 30 años, sin embargo, desde hacía tiempo que la misma ya no tomaba sus medicamentos.
Al lugar llegarían los peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, sin embargo, finalmente determinaron que fuera una funeraria la que se hiciera cargo del cuerpo sin vida, por lo que los hechos quedarían asentados en un informe de hechos, por cualquier situación que pudiera presentarse posteriormente.