Para nadie es un secreto que la política no es un mundo de mujeres, o cuando menos que es un mundo muy duro para las mujeres, es cosa de observar las dirigencias de los partidos políticos, el congreso o los municipios para darnos cuenta de que las mujeres son minoría absoluta y las pocas que hay constituyen un hecho histórico sin precedentes, usted lo puede ver en Nayarit, con las presidencias municipales, cuando mucho dos o tres presidentas al frente de un municipio, esto es casi normal en materia política.
Frente a esta escasa presencia en la política y, para ser más precisos, en los espacios de decisión pública, existen posiciones diversas. Hay quienes argumentan (¡aún!) que la política no es cosa de mujeres. Una segunda posición la representan quienes creen que están en la política aquellos que se interesan en ella y son capaces, y que si no hay mujeres, aventuran, será porque no les interesa o no están capacitadas para resistir las exigencias de una actividad tan compleja.
Estas mismas personas se oponen al establecimiento de cuotas de participación o cualquier mecanismo que pueda favorecer una incorporación femenina más amplia a esta esfera, argumentando que significa apoyar la mediocridad.
Finalmente están quienes reconocen la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades también en la política, y apoyan activamente el establecimiento de cuotas y de otras iniciativas que faciliten a las mujeres que lo deseen, su participación en un espacio hasta ahora mayoritariamente masculino.
Sin embargo la escasa presencia de mujeres en la política es resultado de una exclusión que se realiza por medio de poderosos mecanismos que es preciso contrarrestara través de medidas de acción positiva que reconozcan que el punto de partida para una carrera política es distinto para hombres y mujeres y se orienten a corregir esa desigualdad.
Todo esto porque las mujeres requieren participar en política como una condición necesaria para elaborar, comparar y negociar aspiraciones y demandas en los espacios donde se toman las decisiones.
Una mayor participación de mujeres en la política fortalece la democracia, en la medida en que implica aceptación de la diversidad y obliga a ejercitar la tolerancia para aceptar enfoques y estilos diferentes.
Por todo lo anterior, me da gusto que esta inclusión obligada en materia política para que las damas le entren a las competencias de cargos de elección popular, sea hoy una realidad, tanto así que La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dictaminó que todos los partidos políticos nacionales acaten la ley, para que en la postulación de sus candidaturas a las gubernaturas del proceso electoral 2021 hagan válido el principio de paridad de género.
Por lo cual en las próximas elecciones los partidos deberán presentar 7 candidatas para las 15 renovaciones de Gubernaturas que estarán en juego, esto de presentar 7 u 8 candidatas mujeres, no es ninguna novedad, ya lo sabíamos por la información que previamente ha sido difundida.
Lo que si es la noticia a comentar es que todos los partidos políticos que van a presentar candidatos y candidatas, tienen como plazo el 30 de diciembre, o sea hoy, para definir que entidades postularán a mujeres.
Así es que como se dice en términos militares para referirse a que una fecha en la que hay que cumplir algo, llegó, y esto es que hoy 30 de diciembre es el dia “D”, para todos los partidos políticos en materia de cuando menos señalar dónde pondrán mujeres al frente de las candidaturas.
Este lineamiento fue elaborado por el Instituto Nacional Electoral y finalmente avalado por el TEPJF, luego de que el pasado 14 de diciembre se iniciará una confusión, debido a que los Magistrados aprobaron revocar el proyecto del INE, posteriormente aprobaron un engrose en el cual: "Se vincula a los partidos políticos a que en la postulación de las candidaturas a las gubernaturas del presente proceso electoral hagan efectivo el principio de paridad", sentenció el Tribunal Electoral en un comunicado.
Así mismo, se pide al Congreso de la Unión, así como a los Congresos Locales regular la paridad en gubernatura antes del inicio del próximo proceso electoral.
La expresión «Día D» es utilizada en la jerga militar para referirse a un día específico y deliberado previamente por arbitrariedad en el que se llevará a cabo un ataque aéreo, marítimo o naval contra una tropa o sitio simbólico perteneciente a la fuerza enemiga. Es decir, que el Día D no es nada más ni nada menos que una fecha en la que finalizan los proyectos y las estrategias teóricas para dar comienzo a los combates y los enfrentamientos en la práctica. En materia de lo que no es militar, el dia D, es llegar a un plazo para entrar en acción o definir algo, como es el hecho de dar a conocer hoy, las entidades donde competirán mujeres.
En general, las mujeres que se dedican a la política deben enfrentar una contradicción: por una parte, probar que son exactamente igual de capaces que los políticos varones y, por otra, probar que el hecho de que haya más mujeres en la política implica una diferencia. A todo esto hay que agregar las dificultades prácticas de compatibilizar la actividad política con las responsabilidades familiares, y que mientras un hombre dedicado a hacer campaña política, realiza esta actividad en cuerpo y alma, una mujer tiene su lado afectivo, materno, que no lo puede separar del todo aunque ande en trabajo político.
Un ejemplo de esto, ocurrió en el año 2012, cuando la candidata del Partido Acción Nacional, a la presidencia de la república, JOSEFINA VAZQUEZ MOTA, andaba en plena campaña, en ese entonces el presidente en funciones era FELIPE CALDERON HINOJOSA, así que había un respaldo semi oficial, para que la señora JOSEFINA VAZQUEZ MOTA, tuviera una buena campaña, en el otro lado estaba el candidato del PRI, ENRIQUE PEÑA NIETO, pero ocurrió que una hija de JOSEFINA VAZQUEZ MOTA, se enfermó y la candidata tuvo que estar unos días en guardia con su pequeña, lo cual nos parece lógico, como toda madre que quiere a sus hijos, VAZQUEZ MOTA, no era diferente.
A pesar de las dificultades mencionadas, muchas mujeres desean participar más en política y sentir que sus intereses están representados en ella, pero la experiencia indica al menos dos cosas: que no basta con unas pocas mujeres en ese espacio para lograr que la voz de las mujeres sea escuchada, y la segunda verdad es que en ningún país del mundo se ha logrado aún que exista un 50% de cada sexo en cargos públicos. Sin embargo, al analizar la realidad de los países más avanzados en este terreno, algunas teóricas han llegado a la conclusión de que es necesario que exista no una mayoría de mujeres (objetivo inalcanzable por ahora), pero sí una minoría suficientemente importante que pueda producir un cambio cualitativo. Esta minoría fuerte constituye una "masa crítica" a favor de la incorporación de una mayor cantidad de mujeres y podría influir en el cambio de las formas de la política tradicional.
Con la presencia de un mayor número de mujeres en política se produciría un debilitamiento de los estereotipos sobre "la mujer", porque estaría a la vista una diversidad de estilos, caracteres y rostros de mujeres. Por su parte, el conjunto de las mujeres, especialmente las más jóvenes, tendrían nuevos modelos de identificación y podrían optar también por incursionar en los terrenos de la política…pero bueno, cuando menos se ha avanzado algo, y algo es mejor que nada…hasta mañana