La farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa alemana BioNTech con quien colabora en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19, enviaron a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), una solicitud de aprobación de emergencia para que su producto pueda comenzar a aplicarse en el país norteamericano.
Esta alianza se convertiría en los primeros fabricantes que piden una autorización para distribuir su producto, luego de que publicará los resultados de sus ensayos clínicos, con los cuales determinaron que su vacuna tiene una eficacia del 95% para prevenir el coronavirus COVID-19, sin ningún efecto secundario grave.
"El socio de Pfizer, BioNTech, anunció que tiene intenciones de presentar el viernes 20 de noviembre una solicitud de emergencia para la aprobación de su vacuna ante la agencia reguladora de medicamentos en Estados Unidos de América", señaló el Secretario de Salud de EEUU, Alex Azar.
Posteriormente, el CEO de Pfizer informó que la documentación ya estaba en proceso de ser enviada, la cual de aprobarse se prevé que para diciembre ya se pueda comenzar a vacunar a los empleados de salud en Estados Unidos, mientras que los grupos vulnerables recibirán la inmunización a partir del primer trimestre de 2021.
De acuerdo a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se prevé que la FDA autorice la distribución de la vacuna durante la primera quincena de diciembre, mientras que la Agencia Europea de Meidcamentos hará lo propio en la segunda quincena.
Anteriormente, Pfizer anunció que prevén entregar unas 50 millones de dosis de este vacuna antes de que termine el año.
Este proyecto que inició el pasado 23 de abril en Alemania y en el que hasta el momento han participado cerca de 44 mil voluntarios en varios continentes, se ha definido como un proceso inédito en la historia de las vacunas, ya que anteriormente se promediaba un total de ocho años para desarrollar un producto autorizado por Estados Unidos.