Caos. Desorden o confusión absolutos. Así se podría resumir el GP de Turquía 2020 que ha tenido lugar este fin de semana en Estambul. Y es que más allá de la victoria de Lewis Hamilton en el estrecho de Bósforo que ha permitido al británico igualar a Michael Schumacher en número de títulos, el regreso de la prueba turca al calendario del 'Gran Circo' nueve años después ha sido un completo desastre.
Tres son los aspectos que fundamentan esta teoría. Un deslizante asfalto que ha hecho imposible poner en temperatura a los neumáticos y los frenos, la presencia de un perro en mitad de la pista antes del comienzo de los Libres 3 y el cambio de nacionalidad que sufrieron Sebastian Vettel y Sergio Pérez en el podio de la decimocuarta prueba del 2020.
Tres graves asuntos que no se repetirán en 2021, ya que Estambul no forma parte del boceto de anurio que desveló Liberty Media la semana pasada donde el campeonato recupera la estructura previa a la pandemia con 23 citas programadas entre el 21 de marzo y el 5 de diciembre.