El mal clima de Foxboro fue protagonista de un duelo de quarterbacks versátiles en donde la experiencia se impuso ante la juventud. Cam Newton y los Patriots defendieron el Gillette Stadium con una victoria sobre Lamar Jackson y los Ravens con una lluvia torrencial sobre el emparrillado. Pese al mal momento que vivía el equipo de Bill Belichick en 2020, su casa sigue respetándose.
New England se encargó de establecer el juego terrestre para mantener posesión del balón y descargó el peso de la ofensiva en Damien Harris, quien corrió para 121 yardas. En la era de Bill Belichick, los Pats tienen marca de 52 victorias y solo tres descalabros cuando uno de sus jugadores rebasa las 100 yardas terrestres. El joven corredor fue protagonista y semana a semana comienza a ser más relevante en el esquema del Monje.
Cam Newton pasó a segundo plano en el ataque de los Patriots, el veterano mariscal de campo apenas lanzó para 118 yardas y acarreó el ovoide para 21 más. El MVP del 2015 ha ido tomando menos protagonismo en su esquema ofensivo y esto, curiosamente, le ha traído mejores dividendos.
Baltimore, quien llegó como amplio favorito, lució irreconocible. Lamar Jackson fue rebasado por el gran trabajo de una defensiva sumamente ‘parchada’ tras las bajas que ha tenido este 2020 debido a jugadores que optaron por no jugar en esta campaña por miedo a contraer Covid-19. Los Ravens han dejado ir oportunidades importantes en la temporada y su camino en el Norte de la Conferencia Americana empieza a desviarse de la postemporada.
La competencia en el Este de la AFC está complicada para los Pats quienes tendrán que pelear a expensas de lo que logren los Bills y los Dolphins en el resto del calendario. Con la ampliación a siete equipos por conferencia en la postemporada, los seis veces campeones del Super Bowl, pueden soñar en su séptimo trofeo Vince Lombardi.