El futuro de Sergio Ramos en el Real Madrid se está llenando de sombras y cada vez parece más complicado que el club blanco y el capitán lleguen a un acuerdo de renovación. No hay que olvidar que su actual contrato expira el próximo 30 de junio y que a partir del 1 de enero ya podría negociar libremente con el club que quiera. Pero el deseo compartido por Zidane ("es nuestro líder y queremos que siga aquí muchos años más", ha dicho reiteradamente el francés) y la propia afición madridista es que se considera prioritaria la continuidad del camero.
El problema es que, según fuentes cercanas al jugador, el Madrid no está dispuesto a ofrecerle más de un año de contrato, aferrándose a esa norma no escrita en la entidad que considera que a partir de los 30 años los jugadores renuevan solo de temporada en temporada (sin embargo, se hizo una excepción en la última renovación de Cristiano, firmada cuando el portugués tenía 31 años, ampliándole en aquel momento su contrato por tres cursos más). Por esa razón no escrita es por la que en 2017 no renovó Pepe y terminó yéndose al Oporto.
El club está dispuesto a ofrecerle a Ramos un 1+1, pero lógicamente ese segundo año añadido está sujeto a una serie de variables que saltarían por los aires si sufriese una lesión importante, como le sucedió a Víctor Valdés en su último curso en el Barça cuando ya tenía atado un gran contrato con el Mónaco (el club francés iba a pagarle 10 millones netos anuales, pero todo se rompió por culpa de esa lesión) o como le ha sucedido estas últimas semanas a Van Dijk y a Joe Gomez, dejando al Liverpool de Klopp sin centrales prácticamente hasta que acabe la presente temporada.
Ramos ha dejado claro a los interlocutores del club (todavía no se ha sentado cara a cara con Florentino Pérez) que su deseo es seguir en el Madrid y retirarse aquí, pero por su edad (tiene 34 años) y por la lealtad y compromiso mostrados en sus 16 temporadas en el Bernabéu considera que se merece como mínimo el detalle de tener dos años más garantizados por contrato (de esa forma acabaría en 2023 y así podría estar en el nuevo y modernizado Bernabéu, cuyas obras acabarán en el verano de 2022).
El club no da su brazo a torcer argumentando razones financieras (crisis económica generada por la pandemia y no romper la escala salarial de la plantilla) y no se mueve del 1+1. Eso ha trascendido en Europa, donde Ramos está considerado ahora mismo en el nivel más top de los centrales. Incluso, France Football ha planteado quién es el mejor central de la Historia y el sevillano se disputará ese título honorífico con Beckenbauer y Baresi, siendo favorito para ser el elegido. Precisamente de Francia viene el principal interés para negociar con Ramos a partir del 1 de enero. Según pudo saber AS, el PSG está dispuesto a ofrecerle tres temporadas garantizadas de contrato a razón de 20 millones netos cada una, a lo que habría que añadir la prima de fichaje al poder salir libre en junio de 2021. El club francés no formalizará su propuesta hasta el 1 de enero de 2021 para evitar caer en ninguna ilegalidad. Aun así, Ramos ha trasladado al club blanco que si le dan dos años con lo que gana ahora (12 millones netos al año) firmaría con tal de seguir en el Real Madrid.
Pero en la planta noble del Bernabéu empiezan a verle más fuera que dentro, aunque ya se sabe que estas negociaciones de alto standing pueden sufrir un giro inesperado que puede devolver todo a su cauce en busca de un final feliz. La afición está deseando que el culebrón acabe bien. Cuesta bastante imaginar un Madrid sin Ramos.
Por eso no se acaba de entender cómo el club no hace ya un esfuerzo para atar al capitán del Madrid y de España por dos años. Si no se modifica la actual hoja de ruta, Florentino tendrá que buscarle sustituto y seguro que el sucesor (se habla mucho de Alaba, del Bayern Múnich) le costaría casi lo mismo que Ramos. Mañana saldremos de dudas. Este lunes hablará Florentino en El Larguero y explicará cómo está el tema, aunque horas antes se espera que Ramos aproveche la conferencia de Prensa en Sevilla con España (al día siguiente jugarán frente a Alemania en la Nations League con la obligación de ganar sí o sí) para explicar sus sensaciones, aunque el capitán suele priorizar a la Selección cuando está concentrado con ella y no parece que vaya a utilizar su comparecencia, y menos en víspera de un partido clave, para entrar en un terreno que ahora mismo está empantanado. Su renovación está enquistada. Mucho.