Los petrodólares han servido a Manchester City y a PSG para conquistar la Premier y la Ligue 1, respectivamente. Pero lo que no ha logrado todo ese dinero procedente del Golfo Pérsico ha sido la gran obsesión de sus propietarios, la Champions. Por ello, y tras soñar durante varios años con este momento, ambos clubes tienen la oportunidad única de fichar a Leo Messi. Una pugna que va más allá de la rivalidad entre dos equipos por hacerse con el ganador de seis Balones de Oro, sino que se trata de una pelea entre dos de los países más ricos: Emiratos Árabes y Qatar.
Ambos emiratos, enfrentados y con grandes tensiones políticas, llevan años protagonizando una carrera por ser el primero de los dos en lograr la Orejona. Los dos clubes consideran al argentino la pieza definitiva a sus proyectos, que a pesar de haberlos nutrido con el dinero del petróleo año tras año (incluso provocando sanciones de la UEFA por saltarse el Fair Play Financiero) no les ha llegado.
El Manchester City tiene el respaldo de los Emiratos Árabes, ya que su propietario es el jeque Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, viceprimer ministro de los EAU y miembro de la Familia Real de Abu Dhabi. Es el hombre más rico del fútbol británico, según un informe de la revista FourFourTwo, en el cual señalan que posee una fortuna de 15.000 millones de libras. Además, el jeque es el presidente del fondo de inversión de petroleras IPIC y el dueño de City Football Group. Una firma que además de poseer el City también cuenta en su cartera con el Melbourne City y New York City e inversiones en el Yokohama, Montevideo City, Lommel SK, Mumbai City y Girona.
Mansour bin Zayed no ha escatimado en gastos desde su desembarco en Mánchester, en 2008. Ha alcanzado los 1.924 millones de euros desde su primer fichaje estrella (Robinho, 43M€) hasta las últimas grandes peticiones de Guardiola (Rodri, 70M€, o Mahrez, 68).
El PSG es el otro gran club-estado europeo y el que más cerca ha estado de la Orejona, llegando a la última final. A los parisinos les respalda Qatar, pero a pesar de lo que todos creen, Al Khelaïfi es sólo su presidente. El propietario del PSG es el emir de Qatar, Tamin bin Hamad Al Thani, que compró el club en 2011 a través de la firma QIA (Qatar Investment Authority), un fondo soberano de inversión, que gestiona e invierte los beneficios que genera el petróleo. El emir es un apasionado del fútbol, por eso impulsó la compra del PSG y la organización del Mundial de 2022. Uno de los objetivos de Al Thani es la consecución de la Champions y lograrlo antes que los Emiratos. Para ello, el PSG lleva invertidos 1.304 millones de euros en fichajes, desembolsando incluso 222 millones por Neymar, el traspaso más caro de la historia, pero que ha sido insuficiente para ganar en Europa. Por eso quieren a Leo, quien se ha convertido en el objeto de deseo de dos Emiratos y por el que mantienen un pulso.