Patrick Mahomes tenía apenas unas horas de vida cuando su padre se adjudicó un salvamento en el triunfo de los Twins sobre los Royals. Estaba escrito en el destino, el hijo del diestro de 11 temporadas en Grandes Ligas pasaría su vida arriba del montículo al igual su progenitor, hasta que un buen día, cambió el guante por las hombreras y enfiló su carrera hacia la NFL, donde rompió con todo estereotipo, incluido aquel que reza que un jugador de futbol americano gana mucho menos dinero que un beisbolista.
El entonces relevista de Minnesota trabajó tres entradas y un tercio ese 18 de septiembre de 1995 para colgarse su tercer salvamento de la temporada. Su hijo había nacido con torta bajo el brazo por lo que apenas tuvo oportunidad, lo llevó a los parques de pelota, donde creció y pasó buena parte de su infancia. Pat incluso fue parte de la novena que quedó en segundo lugar en la Serie Mundial de la Liga Junior en Taipei 2010.
Mahomes se convirtió en un atleta tan completo que en High school era el quarterback estelar de Whitehouse High School, pero también estrella del equipo de baloncesto y un multifuncional en el diamante. Texas Tech le ofreció una beca y finalmente se comprometió a jugar con los Red Raiders del futbol americano colegial, pese a las constantes críticas al tener el talento suficiente para deslumbrar en MLB y aspirar a un sueldo mucho mayor a los ofrecidos por la NFL.
La noche del 27 de abril de 2017, los Chiefs lo eligieron como la décima selección global del Draft. En solo tres años, dio a Kansas City su primer título de Super Bowl en 50 años, consiguió el galardón de MVP del Súper Domingo, el de la temporada 2018 y lanzó 50 pases de touchdown en su primer año como titular. Logros que le hicieron recién conseguir el contrato más grande en la historia del deporte, por encima de cualquier beisbolista.
Y es que antes del quarterback de 24 años, en el pasado reciente solo el boxeador mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez había logrado colarse en la lista de los atletas mejor pagados del mundo, monopolizada por exponentes de las Mayores. Con los 450 millones de dólares -que podrían llegar hasta 503- que se embolsará Mahomes gracias al contrato firmado por 10 años, se convertirá en el deportista con el mejor contrato de todos los tiempos.
La cima del listado pertenecía a Mike Trout de los Anaheim Angles con sus 426.5 millones, seguido por El Canelo y sus 365 mdd. Detrás de ellos, Bryce Harper con 330 y Giancarlo Stanton con 325 millones. Todos ellos, ahora aparecen detrás de la figura de los Chiefs, quien ahora también posee el contrato con valor total más alto en la historia de la NFL, al superar el firmado por Matt Ryan por cinco años y 150 millones con los Falcons.
