Familiares de Gabriela Gómez, la mujer de 26 años que murió en el atentado contra el jefe de la Policía de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, reclamaron una indemnización justa, al calificar de “prepotente” el trato que les han dado las autoridades capitalinas. Un funcionario del Gobierno de Ciudad de México les dio sólo 10 mil pesos en una reunión privada que tuvieron después de lo sucedido.
“¿A poco vale 10 mil pesos una muerte y dos huérfanas?”, preguntó Maximino Jiménez, pariente del esposo de Gabriela, al referirse a la indemnización que les fue entregada.
Gabriela murió al recibir un disparo en la cabeza cuando se dirigía a su trabajo: un puesto de comida.
Sus restos llegaron más de 30 horas después de su muerte a casa, en la comunidad de El Potrero, en el municipio de Xalatlaco, Estado de México, donde la esperaban sus hermanas, sus dos hijas y el resto de su familia.