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¿Por qué México aprueba una vacuna que rechazan otros países?

Una muy mala estrategia puesta en marcha por  el responsable de combatir la pandemia, el cada vez más político subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, con la complacencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunado a la falta de cooperación de no pocos mexicanos, ha propiciado que nuestro país se ubique en el nada honroso tercer lugar mundial en lo que a muertes por la pandemia de COVID-19 se refiere. Pero no por ello se puede permitir que adultos mayores de este país sirvan de experimento para probar la polémica vacuna rusa denominada Sputnik V, que según lo ha reconocido el propio zar de la pandemia en México, no existen registros oficiales de que cuente con la validación de haber superado con éxito la Fase 3 de las pruebas que obligatoriamente debe cumplir cualquier biológico antes de ser autorizado para inoculación. Ante ello, habrá que hacernos la pregunta, ¿Por qué México aprueba una vacuna que rechazan otros países?

Hay que recordar que el pasado 25 de enero, el presidente López Obrador, luego de charlar -via telefónica- con el presidente ruso Vladimir Putin, anunció que nuestro país recibiría 24 millones de dosis de dicho antiviral para inmunizar a 12 millones de ciudadanos, toda vez que se aplicarían dosis dobles al igual que con la vacuna de Pfizer.

Luego entonces, y dado que de acuerdo al plan de vacunación  en el siguiente sector de individuos a inmunizar -después de trabajadores del sector salud- se encuentran los adultos mayores de 60 años, correspondería a este grupo de la población recibir la inoculación con el biológico ruso.

El problema, como ya se mencionaba, es que esta vacuna Sputnik V no ha sido aprobada por las instancias internacionales que deben dar su aval. No cuenta con las credenciales y validaciones que se requieren para ser aplicada, por más que el subsecretario diga que la Cofepris ya los tiene y no se pueden divulgar. 

El propio López-Gatell dijo en conferencia de prensa el 11 de agosto pasado, que la vacuna (Sputnik V) no se podía ni debía ser usada por razones éticas y de bioseguridad, ya que no había terminado los estudios de Fase 3 satisfactoriamente.

Y hasta el día de hoy no existe ninguna evidencia de que ya cuente con dichos estudios y tampoco ninguna revista científica de prestigio los ha publicado como marca el protocolo. 

Sin embargo, luego de que el pasado 25 de enero el presidente Andrés Manuel anunciara la compra de 24 millones de vacunas, Hugo López cambio el discurso. Dijo  que como resultado de su exitosa visita a Argentina (país en el que ya se aplica la vacuna rusa) pudo constatar su eficacia aunque no se habían publicado los ensayos fase 3 de la vacuna.

En días pasados la embajada rusa en México inicio una campaña de información para aclarar algunas dudas respecto al proceso que sigue esta vacuna para la finalización de su fase 3 y la autorización en México para su uso de emergencia.

Destacó que en un estudio clínico post comercialización de fase III, doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo de la vacuna Sputnik V, participaron 40 mil voluntarios, al tiempo que rechazó sean pocos países los interesados por el inmunológico.

Según informes del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), la institución que financió el desarrollo del medicamento, más de 50 naciones ya se han asegurado 1.200 millones de dosis de la vacuna, en tanto recientemente el presidente Vladímir Putin subrayó que la vacuna ya recibió autorización en 13 países, entre ellos Emiratos Árabes y Hungría, que es miembro de la Unión Europea. 

Pero por otro lado, el gobierno y el Parlamento de Ucrania dejaron en claro que no incorporarán la vacuna Sputnik V, en su lista de fármacos autorizados para combatir la pandemia.

Estados Unidos y la Unión Europea, también rechazaron adquirirla, al tiempo que manifestaron su desconfianza.

Además, hay que recordar que en agosto uno de los más importantes neumólogos de Rusia, Alexander Chuchalin, renunció a su puesto en el Consejo de Ética del Ministerio de Salud ruso tras intentar bloquear sin éxito el registro de la Sputnik V, según informó el diario británico Daily Mail. 

Chuchalin era el jefe del Departamento de Terapia Hospitalaria de la Universidad Médica Nacional de Investigación de Rusia Pirogovel y principal neumólogo del consejo de ética del Ministerio de Salud. Dijo que dejaba su puesto porque la vacuna llamada Sputnik V (nombre en honor a los antiguos satélites espaciales soviéticos), no estaba lista en el momento de su aprobación.

Otro hecho que no se puede soslayar, es que el presidente ruso, Vladimir Putin, aún no tiene previsto vacunarse contra el COVID -19. Putin tomará una decisión después de que el Ministerio de Sanidad publique el informe definitivo sobre Sputnik V y el resto de las vacunas, según explicó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, a la prensa local.

Y peor aún, según los sondeos, un 58 por ciento de los rusos tampoco está dispuesto a inocularse con la Sputnik V. 

Por su parte, luego de que la vacuna fue aprobada por Rusia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió tener cautela, ya que no había seguido los trámites de pre calificación y revisión que marca el organismo.

“Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS Tarik Jasarevic, quien añadió que la organización está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas.

En tanto, el ministerio de Salud de Argentina no recomienda administrar la vacuna rusa contra la Covid-19 en estos casos: 

– Tener hipersensibilidad a cualquier componente de una vacuna o A una vacuna que contenga componentes similares.

– Contar con antecedente de reacciones alérgicas graves.

– Padecer enfermedades agudas graves (infecciosas y no infecciosas) o exacerbación de enfermedades crónicas, que impliquen compromiso del estado general.

– Estar embarazada o en período de lactancia.

– Tener menos de 18 años de edad.(Latinus28/01/21).

Quedan pues muchas dudas en torno a las garantías y eficacia que ofrece la vacuna rusa. 

De acuerdo a lo anunciado por López-Gatell, se espera en el transcurso de esta semana la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) esté validando el uso de este biológico en México para uso inmediato dada la emergencia que se vive. Pero es preciso se informe de manera detallada a los mexicanos tanto si se aprueba -como todo apunta a que así será- las razones de tal validación.

No se puede seguir reservando por cinco años información que es del interés de todos los mexicanos. No se puede seguir ocultando temas que nos atañen a todos. Y no se puede seguir omitiendo los puntos en cuanto a las decisiones que se toman porque, como lo dice Proceso, las autoridades están rebasados y se están perdiendo vidas por miles cada día. 

A la fecha de hoy han fallecido alrededor de 160 mil mexicanos y se han contagiado casi 2 millones. Es evidente que estamos inmersos en una crisis de dimensiones dantescas, pero no por ello vamos a ser el experimento que le diga al mundo que no servía la vacuna rusa. El Gobierno debe brindar garantías a la población de que no será así. De ahí que se requiera además una amplia explicación y respuestas a no pocas interrogantes. Por ejemplo, porqué México aprueba una vacuna que ha sido rechazada en otros países; qué riesgos conlleva, qué sector de la población estaría en este supuesto, etcétera.

Seamos claros, no es que “la vacuna se esté politizando”, como lo han querido hacer ver algunos funcionarios de gobierno y simpatizantes de este. Es simplemente que los mexicanos nos pueden ser “conejillos de indias” para los rusos ni para el mundo. Ya bastantes vidas se han perdido a causa de, entre otras cosas, la negligencia y falta de capacidad de las autoridades.

Opinión.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1

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